No logro sacarme de la cabeza el título de un artículo que publicó el país este último mes:
“85 ricos suman tanto dinero como 3.570 millones de pobres del mundo”.
Los primeros caben sin problema en el bloque de apartamentos en el que estoy viviendo, los segundos son nada más y nada menos que la mitad de la población mundial. Son cifras que invitan a pensar acerca de como funciona el mundo.
Quien sabe si bajo nuestras leyes, derechos y valores de “países civilizados” se esconde algo monstruoso. Que quizá, todas esas buenas intenciones no son más que papel mojado si están cimentadas sobre un engranaje que usa el sufrimiento y la miseria de millones de personas como combustible.
Esperemos que sea yo el que desvaríe y no el mundo. Si no al final será verdad aquello que decía García Márquez: “El día que la mierda tenga valor, los pobres nacerán sin culo.”
Atentamente, Alfonso. El editor.