Saludos famélicos y punto, cinéfil@s.
Como ya es por la tarde y todavía no he comido, no pienso extenderme innecesariamente mientras mis intestinos gruñen como bestias privadas de sustento.
Sin más preámbulos, comencemos nuestra andadura por las novedades de este mes con la producción indo-catalana Rastros de sándalo que relata la historia de Mina, una actriz india de éxito en Mumbai, quien no puede olvidar a su hermana pequeña Sita, de la cual fue separada a la fuerza después de la muerte de su madre. Treinta años después, Mina se entera de que Sita ahora se llama Paula, es bióloga en Barcelona y no tiene ningún recuerdo de su pasado. Paula emprenderá el viaje de descubrimiento de su verdadera identidad con la ayuda de Prakash, un atractivo inmigrante indio que vende películas de Bollywood en el barrio barcelonés del Raval.
Reaching for the Moon – otro drama, esta vez brasileño – está basado en la verdadera historia de amor entre Elizabeth Bishop (Miranda Otto, a la que algunos recordaréis como Eowyn en la saga de El Señor de los Anillos) y Lota de Macedo Soares (Glória Pires).
La primera, una gran poetisa norteamericana ganadora del Premio Pulitzer y también una mujer emocionalmente frágil, conoce a la segunda, arquitecta de éxito, una persona optimista y confiada, en el Brasil de los años ’50 entablando una relación que desembocará en una bonita y duradera historia de amor que cambiaría para siempre el mundo que rodeaba a la escritora.
Dirigida por el prolífico Bruno Barreto, retrata bastante bien, entre otras cosas, la búsqueda de la inspiración y los inesperados lugares en que se puede hallar.
Por seguir un poco con el tema, hablemos ahora de El amor es extraño, un drama protagonizado por John Lithgow (Dexter, Llámame Peter, El origen del planeta de los simios) y Alfred Molina (An education, La gran estafa, Como gustéis).
Este par de veteranos interpretan a Ben y George, respectivamente, una pareja que decide aprovechar la nueva ley y casarse tras 39 años de vida conjunta. De vuelta de la luna de miel, debido al revuelo mediático que generó su matrimonio, despiden a George de su puesto como director del coro de una escuela católica mixta. De pronto, la pareja descubre que no puede pagar la hipoteca de su pequeño piso en Chelsea, por lo que deben mudarse y venderlo. Pocos días después de celebrar la boda, el grupo de amigos y parientes vuelve a reunirse para ver cómo, entre todos, los pueden ayudar.
Hagamos un hueco ahora para la candidata uruguaya a los Oscar para mejor película de habla no inglesa: Mr. Kaplan.
Mezclando elementos de comedia, drama y thriller, el filme nos cuenta la historia de Jacobo Kaplan, un veterano judío que tras la Segunda Guerra Mundial huyó a Sudamérica. Descontento con su nuevo rabino, su comunidad, su familia y en general su vida, y temeroso de morir y no ser recordado, Jacobo, de casi 80 años, decide, con la ayuda de un policía retirado llamado Wilson Contreras, dar un giro a su vida. Se embarcará en una aventura singular: capturar a un viejo alemán propietario de un restaurante, del cual está convencido de que es un antiguo oficial nazi. Su objetivo es secuestrarlo y llevarlo a Israel.
Otro drama, que se podría considerar deportivo – aunque me da la impresión de que ese no es el aspecto más importante de la historia –, es Vivir sin parar, dirigida por el germano Kilian Riedhof y en él se nos relata la historia del legendario corredor de maratón Paul Averhoff, hoy residente de un asilo junto a su esposa y llevando una vida insulsa que no soporta.
Como terapia, Paul decide calzarse sus deportivas y empezar a entrenar para la maratón de Berlín pero, tras la muerte de su esposa, deberá esforzarse de verdad para recuperar la ilusión y cumplir la promesa que le hizo.
La producción franco-alemana Diplomacia nos sitúa en la noche del 24 al 25 de agosto de 1944, con los aliados entrando en París. Poco antes del amanecer, Dietrich von Choltitz, gobernador militar alemán, se prepara para ejecutar las órdenes de Hitler de volar la capital francesa. Y, sin embargo, París no se destruye. ¿Por qué razones von Choltitz se niega a llevar a cabo las órdenes del Führer, a pesar de su lealtad sin límites al Tercer Reich? ¿Fue Raoul Nordling, cónsul general sueco de París, el que hizo cambiar de opinión al general?
Tenéis una forma de averiguarlo…
Si os apetece ver algo realmente diferente, os recomiendo la cinta de Iain Forsyth y Jane Pollard 20.000 días en la Tierra, en la cual drama y realidad se combinan en 24 horas ficticias en la vida del músico e icono cultural internacional, Nick Cave, concretamente las de su 20.000º día en este mundo. Con ideas sorprendentemente francas y un íntimo retrato del proceso artístico, la película examina lo que nos hace ser lo que somos, y celebra el poder transformador del espíritu creativo.
Para terminar, me despido con tres apuntes rápidos sobre películas españolas:
–Fuego: José Coronado se mete en la piel de un policía que, tras años de tratamiento para superar el atentado que mató a su mujer y lisió a su hija, vive fingiendo no estar consumido por el odio y el deseo de venganza. Dirige y guioniza este drama Luís Marías.
–La ignorancia de la sangre: Juan Diego Botto es Javier Falcón, jefe de Homicidios de Sevilla, debe resolver en poco tiempo las consecuencias inmanejables de un caso de espionaje y terrorismo en el que está involucrado personalmente y el secuestro de un niño por cuya liberación la mafia rusa, a la que está investigando, le exige que pague un precio demasiado alto. Tras la cámara está Manuel Gómez Pereira.
–Just&Cia: Hovik Keuchkerian es Justino, un ex minero que, harto de la situación socio-económica del país, decide impulsivamente convertirse en un justiciero social. En el camino conocerá a Ramón (Álex Angulo), un jubilado que no tiene nada que perder y que se suma a su causa. Con él compartirá aventuras, penas y alegrías.
Escrito por Alexandre Daniel Iglesias Lombardía, músico y cinéfilo.