Podemos avanza, o eso parece. La encuesta de Metroscopia sitúa al líder de la formación como futuro inquilino de la Moncloa, no obstante, la intención de voto le deja en un presente tercer lugar, pisando los talones a la “casta”. Irónicamente, las tarjetas “black” pueden oscurecer aún más el futuro del gobierno. Como sigan así Podemos tendrá que pactar con el PP aunque sea sólo por haberles hecho tan buena campaña.
¿Y qué pasará con la consulta? Ya no queda nada, tres días. Claro está que Mas pretende seguir adelante aún si no vota más que él mismo. Lo que no está tan claro es cuál será el proceder del jefe del ejecutivo, Mariano se sabe en el punto de mira ahora mismo y una mala maniobra podría enterrar su popularidad en una tumba política en la que ya tiene un pie y parte del otro metido. Conste que, no lo podría tener más merecido. El que en mi opinión está saliendo mucho mejor parado de lo que merece es Sánchez, que entre pitos y flautas dirige el partido que también peleará por estar ahí, simplemente, por estar ahí. Todos quieren revolucionar la democracia ahora, casualmente.
Yo me quedo con Kafka, pero no por la frase del cartel que, viendo como es internet, puede que ni siquiera sea suya. No, me quedo con él por esta otra: “Toda revolución se evapora y deja atrás sólo el limo de una nueva burocracia“.
Pues a ver qué revolución gana las elecciones, quizá cambie algo más que la burocracia. Por lo de pronto, veamos que pasa por Cataluña.
Alfonso, El editor