Siempre he votado. A veces con ilusión, a veces mandando todo a la mierda y votando al partido en el que creo, pese a que no iba a sacar una mierda y la ley D’hont iba a dar mi voto a un cretino. Pero antes de seguir:
Soy rojo como el demonio, blasfemo, heavy y abogado. Esto que vas a leer igual no te gusta. Tú mismo.
Los partidos están haciendo campaña con la ilusión, el cambio y el sentido común por bandera. Todos conceptos maravillosos, pero ilusión tenían los que compraron su casa en la burbuja, que tu cáncer haga metástasis es un cambio, y tu sentido común no es el mismo que el de Ana Patricia Botín. Así que ninguno de estos maravillosos conceptos abstractos y vacíos nos sirve. El voto es un contrato social. Piensa en videojuegos. PC, PS4 o Xbox one. ¿Te comprarías alguna sin mirar prestaciones, capacidad, catálogo de juegos, precio, y fallos más frecuentes? No, ¿verdad? Pues esto es igual, pero con una cuerda floja sobre una piscina de ácido con pirañas mutantes de Saturno.
¿Y a quien votar? No sé a quien voy a votar yo, pero te puedo desgranar un poco mi análisis como jurista y como votante veterano, contándote alguna de las trampas que he visto.
El PP: Este partido te vende ser una brújula moral, el fin de la crisis y el miedo a que si no ganan todo lo que se ha logrado se vaya a la mierda. Eso me hace querer que no ganen, y mucho. Han sacado la ley mordaza, dando alas a la policía para imponer sanciones que un juez se pensaría dos veces antes de aplicar. Han rescatado bancos y pedido un rescate en 2012 (si, lo han hecho. No te creas sus mentiras). Y llevan en el programa la ley de planta judicial: Cerrar todos los juzgados, dejando solo el de capital de provincia y algunas excepciones. Bien: Año 2015. Los juzgados están tan saturados que señalan juicios para 2019. La informática les va como el culo, tienen humedades, derrumbre, ratas en los archivos, fontanería que no funciona, no cubren las bajas de funcionarios y ya se nos ha muerto un juez de un infarto por sobrecarga de trabajo. Ahora pilla al juzgado de la capital y tírale encima todos los casos que tengan los otros juzgados más los que puedan caer. El puto infierno en la tierra, iban a ser esos sitios. Y eso sin entrar en los regalos a amiguetes, que de no ser por las manifas de los funcionarios del Registro Civil, este se lo regalaban enterito a los Registradores de la propiedad. Es decir: Pierdes un servicio público gratuito en el que te acabas de dejar una pasta en informatizarlo para regalarlo a gente que si cobra por sus servicios, y es del mismo gremio que Mariano Rajoy.
Y esto, colega, son solo unos cuantos detalles.
El PSOE: Si hay un partido que de verdad sea de centro, es este. Tras una oposición flojísima por Rubalcaba, y un suplente que parece un action man (juapísimo de cara, pero anatómicamente incompleto), el PSOE es un partido que también ha tenido sus amiguismos y sus liadas. No cabe olvidar la ley Sinde, el precedente de quitar una potestad a los jueces porque no te dan la razón y dársela a una comisión administrativa para que si tome las resoluciones que tú quieres que se tomen. Y si la ley no está de acuerdo, se cambia. El gobierno de ZP es recordado por su buena intención y sus torpezas. Un plan E mal pensado que acabó dando prioridad a la creación de Casas de la Cultura y pijadas de oropel en lugar de infraestructuras más necesarias, un cheque bebé que podías pedir tú y también los vástagos de la Casa del Alba, y una falta de actuación o de reconocimiento ante una crisis económica heredada de la ley del suelo de Rodrigo Rato de 1997.
Ciudadanos: La figura del lobo con piel de cordero se queda corta aquí. En este caso, la piel de cordero la lleva un velocirraptor entrenado por los spetznatz. Un partido que se presentó a las europeas de 2009 en coalición con otro de extrema derecha, que es el favorito de muchas cadenas de televisión (que al fin y al cabo, pertenecen a bancos), y del IBEX 35. Van a revitalizar la economía, pero no la tuya. Suponen un cambio a mejor, pero no para ti. Copago sanitario (repago, de hecho, tú pagas una parte de los medicamentos y el resto se paga de tus impuestos, loser), y el contrato único, con el cual las indemnizaciones se reducen a 8 días para despido objetivo y 11 para despido improcedente, y luego crecen en proporción al tiempo que lleves en la empresa hasta llegar a los 20 y 33 días que tienes actualmente cuando lleves 8 años en la empresa. Y ahí se quedan. A eso le sumas una desgravación al empresario del 100% el primer año en tu seguridad social y otra del 50% el segundo año y la trampa se hace sola. Currelas de usar y tirar que se renuevan a los 364 días.
Y te pueden pagar una mierda, porque gracias al complemento salarial, tendrás un extra para llegar a un mínimo decente… Un extra que sale de tus impuestos, pringao. Es decir: El estado te paga una limosna para que así te puedan tener sirviendo comida rápida durante 12 horas por una miseria y al menos llegar a fin de mes.
Al menos es el único que dice algo de I+D. Pero claro… ¿Quien se ocupa? ¿Con que dinero? No es lo mismo poner a funcionar el CESIC, que es público, que dar pasta a Repsol para que fabrique nuevos combustibles que venderte.
Podemos: Esta tiene trampa. Usas toda la rabia y las ganas de cambio del 15M, llegas hablando de asaltar los cielos, y al final, que si la centralidad del tablero, las moderaciones y la coña de la clase media, o los de abajo contra los de arriba. Paradójicamente, el 90% de la gente se considera clase media, desde los más desfavorecidos que sobreviven con un trabajo y un piso, hasta los claramente acomodados cuya condición mejora día a día. Lo que más jode es precisamente eso: Tanta rabia, tantas tributaciones que se iban a hacer a las grandes economías, tanta ira y rabia contra las injusticias, y ahora parece que Pablo Iglesias la última vez que fue al Alcampo, lo último que compró fue la equipación para jugar al pádel. Chanante.
No diré que lo de Monedero me afectó. No es comparable querer trampear al pagar impuestos (subrayemos: Pagar. Voluntariamente), con trincar a manos llenas. ¿Penalizable? Multa de la que no te libras, pero comparado con todo un partido imputado, es pecata minuta.
Sin embargo, en su programa no dice una mierda de las necesidades que el sistema de justicia tiene YA. ¡YA! ¡AHORA! ¿Acaso no perjudica a los trabajadores denunciar que su despido ha sido improcedente y tener que esperar ocho meses? ¿O necesitar un puto año para cobrar la indemnización por un accidente de tráfico? Por lo visto, los jueces, que tanto necesitamos, son casta.
Izquierda Unida/Unidad Popular/Los de Alberto Garzón, coñoya!: Tras pegarse durante meses con las ramas más corruptas de IU, nuestro colega el joven pijín se está convirtiendo en un político respetable, y alguien a quien sin duda, quiero en el parlamento. Sin embargo, no me lo pone fácil. Algunas de sus medidas suponen la presunción de culpabilidad para determinados delitos (Violencia Doméstica, Proxenetismo o Trata de blancas, entre otros). Todos ellos jodidamente graves, especialmente la Trata de Blancas y Proxenetismo a los que el PP, en su reforma penal, les dio una laguna legal para librarse. Sin embargo, la presunción de inocencia es un exigente fundamental en todo sistema judicial moderno. Hablamos de que a una persona se le puedan restringir severamente los derechos fundamentales, por ejemplo, ingresandolo en prisión. Eso es demasiado tocho para aceptarlo a la ligera.
Bueno, gente. No os he dicho a quien votar, si no por que no votar por uno u otro. Es probable que yo tire por alguno de estos, ya que no va a existir un partido perfecto para ti a no ser que lo fundes, pero si te lo planteas, recuerda como acabó Rosa Díez. Mi consejo: Elige uno, y lee su programa. Repasa su hemeroteca. Piensa que tienes un revolver, y la oportunidad de volarle la rótula a alguien, dejándolo 4 años fuera de juego. El día 21 ya no podrás apretar el gatillo, es una oportunidad con fecha de caducidad. Mi consejo: Elige cuidadosamente a quien apuntar, y dispara. Vacía cada bala de ese tambor. Dales palos a todos. A todos. Cuando les hayas echado toda la mierda posible a la cara, mira cual es, de todas las opciones, el que aguanta en pie (o lo que más se parezca) y ya sabes quien conservará las rodillas los próximos cuatro años.