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Columnistas: 75 consejos para sobrevivir en el colegio

Anoche, según regresé de vacaciones, me leí de un tirón los «75 consejos para sobrevivir en el colegio», el libro que desencadenó una campaña en change.org para su prohibición. Un libro que decidí comprar para comprobar si todas las críticas que estaban cayendo sobre él eran merecidas o exageradas.

Antes de haberlo leído ya expresé mis conjeturas en mi blog personal. Recomiendo leer esta entrada para completar mi opinión sobre el asunto:

https://abajolasopos.wordpress.com/2016/07/29/sobre-los-75-consejos-para-sobrevivir-en-el-colegio-primera-parte/

Voy a afrontar esta crítica desde dos perspectivas:

  • La literaria.

  • La pedagógica.

Desde el punto de vista literario, el libro no me parece nada del otro jueves, aunque he de felicitar a la editorial por su encuadernación y estética tipo diario con dibujitos. No así el contenido. Tengo recuerdos estupendos de aquellos libros de «Barco de Vapor» y de los de la serie «Elige tu propia aventura». Pero no es menos cierto que gustos hay como colores y que quizá yo cuando tenía estas edades prefería otra clase de obras.

Sin embargo, desde el punto de vista pedagógico, el libro me parece una barbaridad y para demostrarlo me voy a permitir hacer spoilers, así que vais avisados, que Internet está muy sensible con esa clase de asuntos.

En primer lugar, tal y como me temía, por su forma de emplear el humor parece orientado a lectores bastante más mayores, aunque no es un libro que me parezca precisamente maduro en su enfoque. Digamos que combina bromas muy de adolescente (o, incluso a veces, muy adultas y certeras, como las que van dirigidas al sistema educativo o a los mismos padres) con un problemáticas y abordajes muy pueriles. La protagonista a ratos parece espabiladísima (da todo un recital manipulando a sus padres o analizando situaciones sociales en su escuela) y a ratos la auténtica niña de Primaria. En otras ocasiones esta niña hace cosas que no sé cómo interpretar, como cuando decide fabricar su propio «Cuaderno de la Muerte» (Death Note) inspirándose en el anime del mismo nombre a fin de matar a una chica que le cae mal. Ojo. Nuestra protagonista realmente prepara un cuaderno y escribe en él el nombre de la chica que le cae mal con la auténtica intención de que se muera. Otra cosa es que, naturalmente, se interpongan entre ella y sus intenciones las leyes de la física. Dicen que la intención es lo que cuenta, no sé cómo lo veis.

Había comentado en la entrada de mi blog que todos los contravalores que parecía transmitir la obra podrían reencauzarse si al final había algún tipo de moraleja, de experiencia que hiciera cambiar a la chica. No diré que no la haya, pues la hay, pero poco me parece. Se podría decir que la historia va de una chica de once años que da de lado a su mejor amiga, que de paso es la empollona de la clase, porque por fin logra tener novio, que era lo que logran las populares, especialmente las populares escuálidas. Al final su «novio» le pone «los cuernos» con la líder de esas niñas escuálidas y consumistas y entonces la protagonista cae en la cuenta de que la amistad es más importante… o eso se supone, pues tal vez una niña que lea eso entienda que la meta es volverse escuálida y pija para que no «te roben» al novio y que las amigas están como «parche» para no quedarse sola. Finalmente, como para redimir al personaje, la escuálida en cuestión humilla al chico (con el que sólo se besó para fastidiar a la protagonista) y es su ex, la heroína, la que opta por defenderle porque le da pena.

Esta acción es lo único medianamente noble que hace la chica en todo el libro. No se ve apenas evolución en el trato con sus padres, con su hermana pequeña o con su visión del mundo, más allá de lo de decidir que va a pasar de chicos una temporada porque se ha llevado un disgusto.

Cabe reseñar también ciertas referencias culturales que he detectado. Resulta que la niña se ha leído «Crepúsculo» y ha visto las series «Full Metal Alchemist» y «Death Note». «Crepúsculo» sabemos que es la versión edulcorada que dio pie al fanfic (historia de ficción escrita por un fan sobre personajes de otra obra) de «50 sombras de Grey», de cuyo estilo machista y destructivo a la hora de enfocar las relaciones de pareja se ha escrito mucho. En cuanto a «Death Note», aunque sea anime, está dirigido a adultos. Es hora de que nos quitemos el tópico de que todo lo que sean dibujos va dirigido a niños. De la serie»Full Metal Alchemist» no puedo opinar porque no la he visto.

Me pregunto si la autora de esta obra habrá conocido de modo real alguna de estas tres obras o si sabrá de ellas sólo por referencias indirectas. Citando libros o series en cierto modo motiva a los lectores a verlas, es un modo de recomendarlas.

Una vez leído, no creo que haya que demonizarlo, no me parece que haga apología del acoso escolar (la acusación más dura que caía sobre él) pero los «75 consejos..» parecen una imitación de una serie de estas norteamericana con todos los clichés típicos salvo el de la edad de los personajes; aún más jóvenes de los de las series norteamericanas. Se presentan como normales sin nada que los contrarreste la obsesión por el peso, por la ropa, el peinado, el tener cosas caras y de marca, el consumismo en general, el individualismo puro, la obligación no escrita de tener pareja a toda costa… lo siento, desde mi perspectiva de enseñante no puedo recomendarlo. No lo incluiría en la biblioteca de mi aula o de mi cole.

¿Lo prohibiría? Quizá provisionalmente, a la espera de una recalificación por edades, aunque en realidad si yo hubiera sido la editora, no lo habría publicado. Le hubiera pedido a la autora que se decantara entre situarse realmente en lo propio para los 11-12 años de edad, con lo cual hay que ajustar las problemáticas que vive la niña, o que optara por hacer madurar a la protagonista (de los 11- 12 a los 15- 16) y se metiera con un libro aún más irónico, más corrosivo, pero también más profundo.

No, no quiero que las chicas se queden con la idea de que las mujeres que más «ligan» son unas zorras (se da a entender en el libro), ni de que los hombres «se roban» (se van solos) o de que el mundo se divide en buenos y malos y es legítimo desear la muerte de otro (porque nos estorba) o el haber sido hijos únicos (para que nuestros padres tengan más dinero para nuestros caprichos).

De todos modos, ya que lo he comprado, lo iré prestando a otros maestros para que me vayan enriqueciendo con sus opiniones y si, por lo que sea, vuestros hijos o alumnos los han leído, bueno es debatir con ellos sobre el libro y que sepáis qué conclusiones han sacado de él, si ha quedado claro lo humorístico o si ven esos consejos como reales, sobre todo, si concuerdan o no con el modo de ver el mundo que se muestra en esa obra.

No quiero que nadie deduzca que para mí el mejor modo de combatir los contravalores es apartarlos de la mirada infantil para simular que no existen o que ejerzamos la paternidad/ maternidad a lo Ned Flanders. . Lo único que digo es que, sabiendo que los menores están en formación, del mismo modo que supervisamos que los videojuegos a los que accedan no sean violentos o que no vean programas de televisión impropios para su edad, hemos de vigilar sus lecturas en la Primaria y acompañarles en el desarrollo de sus gustos y del sentido crítico que les ayudará a elegir por sí mismos.

Silvia Moreno.

Vocacional de la educación, interina en Madrid y coautora del libro “Diez criterios para orientar a los hijos al éxito” de CCS ediciones.

2 comentarios en «Columnistas: 75 consejos para sobrevivir en el colegio»

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