El 7 de julio de 1985 Joseba Sarrionandia, alias Sarri, e Iñaki Pikabea se fugaron de la cárcel de Martutene escondidos en unos altavoces tras un concierto de Imanol Larzabal. A Kortatu y Barricada, que habían actuado meses antes en esa cárcel, se les acusó de ser una suerte de ideólogos de aquella fuga, aunque jamás fueron acusados oficialmente. Para celebrar la fuga Kortatu compuso sobre la base de “Chatty Chatty” de Toot and the Maytals la que a la postre fue su canción más recordada, “Sarri Sarri”.
Kortatu se formó en el año 1984 en Irún por los hermanos Muguruza (Fermín, guitarra y voz, e Iñigo con el bajo) así como por el batería, casi desde el inicio, Treku Armendáriz. Tras grabar una maqueta que ya incluía temas históricos como “Mierda de Ciudad”, demostrando una madurez tremenda, se van a estudio ese mismo 84 para grabar un disco colectivo con Cicatriz, Jotakie y Kontuz-hi! Entre las canciones aportadas a este álbum colectivo destaca Nicaragua Sandinista por un importante motivo: Kortatu dejaba de usar bases de grupos foraneos y se lanzaba con un éxito brutal a la composición propia, siendo Fermín el artífice.
Durante el año 1985 la banda gana fama y se mueven por muchos lugares y conciertos ganando popularidad tanto dentro como fuera de Euskadi. A mediados de año entran en estudio otra vez, pero para grabar su primer disco en solitario llamado también “Kortatu”. Los temas alternan bases de otros grupos como The Clash (Jimmy Jazz por ejemplo) con composiciones propias, así como letras en castellano y euskera. El álbum está rebosante de ritmo ska jamaicano mezclado con punk propio de la época, dando como resultado un sonido muy original en aquella época en el estado español. Sin duda, marca época y se clava en el espíritu de muchos jóvenes que ya son incapaces de abandonar ese beat y esas letras que mezclan ironía y lucha social.
En 1986 sacarán su segundo disco, “El estado de las cosas”, y si el primero era ya de culto, este fue considerado una enorme bofetada en la cara que no podía dejarte indiferente. El disco “Kortatu” era generalmente de tono festivo, salvo títulos como “Hernani 15/6/84”. Pero en este segundo álbum gana terreno la crítica política sin ironía y las letras en euskera que denunciaban la represión en Euskadi. Aun hoy en día este álbum está considerado, permitidme el término, una joya de la música en Euskadi de las últimas décadas, siendo las barreras de los estilos musicales inexistentes y creando un género simplemente brutal.
Pero todo se acaba. En 1988 sacan su tercer LP, “Kolpez Kolpe”, un disco que nada tiene que ver musicalmente con sus antecesores. Cantado totalmente en euskera, lo que le da un gran toque, pero con un estilo de músical más plural que recuerda al siguiente proyecto musical de Fermín Muguruza, “Negu Gorriak”, así como a su carrera posterior en solitario. Se embarcan en una gira enorme de la que sale el disco en directo “Azken guda dantza”, considerado, casi como todo lo que hace Muguruza, una obra de arte musical.
La banda se separó poco después en ese 1988. La música siguió fluyendo en otros proyectos, pero eso ya es cuestión de otros artículos. El legado musical e ideológico de Kortatu es enorme. Su influencia aun llega a nuestros días. Aun recuerdo una fría noche de sábado de diciembre entrando por primera vez en el pub Moruno de Ourense y escuchando “algo” de ska en euskera, algo a lo que no pude evitar bailar como un loco, así como buscar y leer acerca de ese grupo que vibraba tanto. Y bailando como Manolo Rastamán el ska con birra en mano y cabreados con el mundo, pero esperando, sinceramente, no tirarnos desde un octavo al son del último compás, y creyendo sinceramente que aún nos quedan, a pesar de ir viejos y cansados, noches de bailar el ska y de hacerle la puñeta a quien ofende con su necedad.
¡Kortatu!
Manuel J Maside
¡Realmente interesante!
De los mejores grupos de ska punk de todos los tiempos, si no es que el mejor,mi humilde opinión, salud y saludos!