Tenía no recuerdo si 16 o 17 años la primera vez que escuché esta canción. Mi grupo de amigos y yo viviamos prácticamente hipnotizados por las bondades del rap americano y por sus deidades más representativas: Notorious Big y Tupac Shakur.
Por aquel entonces considerábamos a estas dos figuras clave del rap americano poco menos que guías espirituales, y es que, cuando esta canción saltaba al reproductor de nuestro grupal refugio, se apagaba el barullo y podía casi palparse la admiración. Durante mucho tiempo este fue uno de mis temas favoritos y aún hoy cuando lo escucho me transporta a aquella tierna edad de descubrimientos de toda índole, uno de los más importantes, el rico universo del Hip Hop.
Lamentablemente, es un tema póstumo. Ninguno de los dos genios vivía cuando fue publicado este absoluto himno de mis tiempos mozos. La canción salió a la luz en 2003 y forma parte de la banda sonora original de “Tupac Resurrection”, un exitoso decumental realizado por Lauren Lazin en el que el mismo Tupac narra su vida y muerte. Una verdadera joya para los amantes de su música.
El tema fue producido por el bueno de Eminem que, como podréis imaginar, también tuvo bastante peso en mi yo de aquellos años. Si le dieran un euro por cada vez que he escuchado sólo el Eminem Show, sería más rico de lo que es. Y me consta que no le falta dinero.
Todo lo que rodea a esta canción tiene un aire épico y singular, aunque muy triste. Cómo es por todos sabido, Tupac y Biggie tenían buena relación y como producto de ella llegaron a grabar varias canciones juntos antes de que empezase su enemistad y la misma guerra entre las costas Este y Oeste, que ellos mismos liderarían y que, presumiblemente, acabarían con sus vidas.
El Runnin de Eminem es un remix de la canción Runnin from the police grabada en 1994 y en la que colaboraron Tupac, Biggie Stretch, Dramacydal y Buju Banton. Un dato tan curioso como lamentable es que los cuatro primeros artistas que he mencionado fallecieron asesinados. La canción original giraba en torno a los problemas de estos raperos con la policía, un tema bastante manido y habitual en el rap anglosajón.
Originalmente la canción iba a incluírse en una de los discos clave de Tupac: Me Against the World, pero a raíz del tiroteo que generaría la enemistad de Pac con Biggie, esta canción fue excluída. La versión que hizo Eminem del tema, lógicamente, difiere muchísimo de la original. De los colaboradores originales sólo quedan Tupac y Biggie, además, las barras de Pac serían sustituidas por material inédito. Pero aún hay más, para dar vida a este tema Mr Marshall usaría el estribillo de la canción Dyin to live, de Edgar Winter.
Este estribillo funciona genuinamente bien como nexo conductor entre los versos de Biggie y Tupac, pero no sólo eso, también aporta un considerable contraste con lo violento de los rapeos dotando al tema de un alcance más profundo para quien sepa leer entre líneas.
Sabes, me pregunto si ellos se reirán cuando haya muerto,
¿Por qué estoy luchando para vivir, si solo estoy viviendo para luchar?
¿Por qué estoy tratando de ver, cuando no hay nada a la vista?
¿Por qué estoy tratando de dar, cuando nadie me da una oportunidad?
¿Por qué estoy muriendo para vivir, si solo estoy viviendo para morir?
Por supuesto, la canción tuvo tan buena acogida que el remix superó en popularidad a la original alcanzando puestos de gran relevancia en Estados Unidos y Reino Unido.
Como nota curiosa, en el videoclip pueden escucharse entrevistas a ambos raperos. Justo al inicio del tema podemos oír al entrevistador preguntar a Tupac quién corta el bacalao, si él o Biggie. Tupac termina diciendo que, pese a todo, la situación entre Biggie y él es mucho mejor de lo que parece. Al final de la canción y a modo de outro, es Biggie quien cuenta al entrevistador las impresiones y el shock que le había producido la muerte de Tupac. Se refiere a él como un tipo duro y reconoce que aunque su relación no fuera buena jamás le desearía un final tan trágico a nadie. Biggie moriría asesinado pocas semanas después.
Este tema condensa y, de alguna forma, revive la triste historia tras la muerte de dos de las figuras más relevantes del rap americano de los años noventa. Una tragedia y un absoluto desperdicio de talento que rebosa autenticidad y retrata uno de los capítulos más negros de la historia del Rap.
Alfonso Rois