Título original: Avengers: Endgame. Género: Superhéroes, acción, fantasía, ciencia ficción. Dirección: Anthony Russo y Joe Russo. Guión: Christopher Markus y Stephen McFeeley (basada en los cómics de Stan Lee y Jack Kirby). Duración: 181 minutos. País: EEUU. Actores principales: Uf, son demasiados, pero pongamos a Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, Paul Rudd, Karen Gillan, Josh Brolin y Bradley Cooper como voz de Rocket. Estreno en España: 25 de abril de 2019.
Bueno, acabo de ver la última película de Los Vengadores y puedo decir que al menos me gustó más que Infinity War (que me pareció decente, pero muy sobrevalorada).
O no. En realidad también podría decir lo contrario: que me pareció mucho peor que Infinity War. Así que podríamos decir que estos son los Avengers de Schrödinger: son mejores y peores al mismo tiempo (aunque en este caso depende de los ojos con que se miren, no de estar dentro de una caja).
Vale, dejad que me explique poco a poco.
Primero lo de siempre: presentemos la película. Lo bueno es que aquí no hay mucho que presentar. Endgame parte de los sucesos de su inmediata precuela, así que si no la habéis visto no sé qué hacéis leyendo esto. Vedla. Hay ciertas películas del universo Marvel que no son obligatorias para entender las cintas de Los Vengadores, pero desde luego IW no es una de ellas.
Bien. Como decía, este film arranca más o menos en el punto en que acabó el largometraje anterior, por lo que el planteamiento inicial es sencillo: los héroes que han sobrevivido a la destrucción sembrada por Thanos, el Titán Loco, tratan de recomponerse como puedan y encontrar la manera de deshacer la catástrofe que provocó su enemigo.
Y aquí es donde escribir la reseña empieza a ser complicado, porque honestamente es muy difícil hablar de esta película sin hacer spoilers. Pero allá va. Disculpadme si en algunos momentos la lectura se os hace confusa.
El caso es que los protagonistas componen una hoja de ruta y parten en busca de Thanos, pero cuando dan con él se encuentran también con una complicación que manda su plan al garete y los obliga a tomarse una pequeña pausa. No será hasta un tiempo después que un determinado acontecimiento consiga ser el detonante necesario para que los héroes puedan volver a la acción.
Y… ahí está para mí el problema. Toda la aventura gira en torno a una premisa (que no diré para no hacer spoiler) que es lo que permite actuar a Tony, Steve y los demás, lo que les da el último recurso, la última esperanza que tienen para hacer que todo vuelva a ser como antes. Y esa premisa, que es un elemento clásico de la ciencia ficción… personalmente me saca de quicio. Podría considerar que todo el film es basura solamente por apoyarse en ella. Así que, cuando estaba sentado en la butaca, tenía dos opciones: o bien me sacaba los ojos, los oídos y el cerebro, o bien apagaba mi credibilidad, como si obra del poderoso guantelete de las gemas se tratase, y trataba de disfrutar de la proyección sin pararme a pensar que todo lo que estaba viendo era una enorme tomadura de pelo para mi sentido común. Por suerte elegí la segunda, pero ahí tenéis la explicación de mi dilema.
Y sí, a ver, soy consciente de que es muy probable que lo que pasa en el largometraje ocurra porque sucede también en los cómics en que se basa (no lo sé, sólo lo supongo), pero eso no cambia nada. Da igual por qué razones sea buena o mala una historia, no altera el hecho de que la historia es buena o mala. Si le tengo que dar un zapatillazo a la obra original, se lo doy, y el celuloide se lo lleva también por ser su (presunto) fiel espejo. No tiene la culpa, pero es lo que hay.
También debo señalar que si la premisa de marras me pone de los nervios es porque en sí misma es una fuente enorme de imposibilidades irresolubles. No conozco ningún elemento de ficción que para mi gusto logre utilizarla de forma plenamente satisfactoria, y en realidad es normal, porque las incoherencias y paradojas que plantea no se pueden solucionar ni de forma científica real (al menos a día de hoy) ni desde un punto de vista puramente lógico (o por lo menos jamás he visto a nadie presentarla de un modo que me convenza de lo contrario). Endgame no escapa a algunas de las contradicciones habituales, pese a que logra pasar sobre ellas de manera aceptable y sin hacer mucho ruido (un punto positivo para ella).
Pero bueno, todo esto no deja de ser una visión muy personal del tema, así que voy a dejarlo ya.
En fin, quitando ese eje central la cinta es mejor que la precedente. Desde luego no tiene los agujeros e incongruencias que tenía IW (salvando… bueno, lo que ya he explicado, leñe), así que es mucho más disfrutable. Los primeros minutos, en los que se muestran las terribles consecuencias de la debacle desatada por Thanos, son muy emotivos, para mí lo mejor del film con diferencia. Después es cuando empieza a bajar el nivel, en parte por todo el embrollo con el que os he dado la chapa y en parte por el mal endémico del cine Marvel: el abuso del humor.
Mirad… no tengo nada en contra de utilizar la risa, incluso en producciones tan jodidamente serias y de la grandiosidad de que estamos hablando. Los pequeños chistes aportan un gran contrapunto; si se colocan bien y se utilizan de la forma adecuada y en la medida correcta sirven para administrar los niveles de tensión, creando los vaivenes emocionales que ponen el broche de oro a una ya de por sí buena película. Y debo reconocer a favor de Endgame que no se pasa tanto de la raya como otras entregas, pero incluso así hubo momentos en que noté que había escenitas y diálogos que para mi gusto sobraban mucho, tuvieran o no tuvieran gracia (y a menudo no tenían mucha, debo decir). Hay situaciones en las que creo que no debe haber frivolización, o si la hay, al menos manejarla con mucho cuidado.
Pero es que encima hay un caso concreto, con un personaje específico, que me pareció especialmente sangrante no por su satirización, sino por la exagerada forma de hacerla. A dicho personaje se lo presenta de una manera radicalmente distinta a como solía ser, reducido a un estado lamentable, ridículo y patético. Y ojo, no estoy diciendo que no se pueda mostrar la decadencia de un personaje, su caída hasta lo más bajo. Al contrario, hacerlo suele ser un buen recurso, porque eso aporta otras dimensiones de él, nuevas facetas, humaniza al personaje y nos hace verlo como algo más complejo, más profundo. El problema era que en algunas escenas esto se hacía de forma tan radical que me parecía antinatural, totalmente fuera del personaje y de toda lógica de cualquier persona parecida a él en su situación, y todo era en beneficio de una risita fácil. Oye, no tengo problema con que me muestres un lado bastante humillante de un héroe, pero al menos haz que me lo crea. Si fuerzas el límite demasiado lo que sucede es que me sacas de la burbuja de magia y disfrute en la que me habías metido y de pronto me encuentro contemplando un esperpento grotesco y ajeno.
No obstante, tras ese nudo algo flojo llega la prolongada recta final, en la que la calidad asciende de nuevo. También es verdad que el clímax son todo hostias por todas partes, así que hay menos margen para cagarla… creo (ahora es cuando recuerdo las películas de Resident Evil y me echo a temblar). Pero bueno, en resumen: se produce una Gran Batalla del Copón (así, con mayúsculas y todo). En ella tienen lugar uno tras otro sucesos quizás un tanto cuestionables, algunos de los cuales son del tipo que podrían suscitar auténticas guerras entre los más fanáticos amantes de los cómics y la ciencia ficción, al más puro estilo de The Big Bang Theory. Pero en fin, no suelo tener demasiados problemas con la acción trepidante con muchas lucecitas y explosiones (excepto si hablamos de Michael Bay), y como la suspensión de la credibilidad no tenía demasiados problemas para actuar todo estaba razonablemente chévere. Eso sí, hay algo que no puedo dejar de mencionar, y con esto vuelvo a atraer tu atención, lector, al título de la reseña…
Siempre que comento Infinity War con alguien suelo decir que en el momento en que las tropas de Thanos atacaron Wakanda yo parpadeé y me dije “¿Por qué el universo Marvel se ha convertido de repente en el universo Star Wars?”. Incluso suelo añadir la broma de “Claro, como ahora Disney ha comprado ambos…”. Y es que a ver, de golpe y porrazo me sentí como si estuviera viendo al ejército droide de la Federación de Comercio atacar a los gungan en La amenaza fantasma, no me jodas. Pues bien, en Endgame no solamente me encontré con eso al cuadrado, sino que los tintes de la refriega la aproximaban también a escenas propias del metraje de El Señor de los Anillos. En serio, el nivel de las proporciones y el despliegue de la parafernalia épica llegaron a lo cósmico. Lo cual, bien mirado, era lo esperable. Después de tantos episodios de la saga subiendo el listón era natural llegar al referente bélico más tocho al que se puede aspirar en cuanto a lo que es épico: la batalla final de todos los pueblos libres de la Tierra Media contra el señor oscuro Saur… oh, espera, perdón, me he equivocado. Ni este es el Monte del Destino ni estos los droides que estoy buscando.
Bromeo, pero os lo juro, era como ver al Imperio y los orcos contra la Alianza Rebelde y Gondor y Rohan en las yermas tierras de Mordor. Y no me quejo, pero resulta algo chocante en un largometraje de superhéroes. La ocasión lo merece, pero estás acostumbrado al otro formato.
Las últimas críticas que querría hacer a este último capítulo de los Avengers son dos. Por un lado la cinta deja algún que otro cabo suelto o no bien atado del todo al final (cabos sueltos que se derivan del asunto-que-ya-sabéis, vais a tener pesadillas con ello). Por otro, aunque en general el guión consigue no ser predecible hay ocasiones en que se lo ve venir de lejos.
Pero tampoco quiero despedirme sin elogiar el desenlace de la última lucha y la conclusión del film en general. Es un bonito cierre, sin duda.
En definitiva, una buena película. Mejorable, pero no mala, desde luego. Si tuviera que ponerle nota le daría un 7 sobre 10.
Y para concluir, cómo no, el tráiler… ¡¡¡QUE POR UNA VEZ NO TE DESTRIPA LA PELÍCULA!!! (claro, ya lo he hecho yo). Ohmygosh, es flipante.
En fin, perdón por lo espeso del comentario y por favor, no me odiéis mucho. ¡Un saludo!
P.D. y spoiler: no hay escena después de los créditos. En serio, no la hay. Pero hay un pequeño huevo de pascua sonoro, eso sí.
Brais Louzao Recarey
Estoy de acuerdo en muchas cosas que has dicho como el humor en esta película y cierto personaje, pero solo hay una en la que no estoy de acuerdo y es justo la cosa que más te saca de quicio.
(¡¡¡¡ALERTA SPOILER!!!! NO CONTINUES LEYENDO SI NO HAS VISTO LA PELÍCULA)
Los viajes en el tiempo no deberían desquiciarte tanto por el simple hecho de que es una película de superhéroes, osea que un antiguo doctor sea luego un mago es lógico pero que haya viajes en el tiempo no lo es, ¿En que quedamos, que una cosa es más lógica que la otra? Eso como primer punto. Además, que en la película lo explican muy bien no como en otras películas que hay muchos errores de guión por la culpa de los viajes en el tiempo, sin embargo en esta peli no son los viajes en el tiempo que todos conocemos (en la que si tú viajas al pasado y haces algo que hace que tu Yo del pasado muera tu tambien mueres sino que estás creando otras realidades en la que tu Yo de esa realidad muere, y eso se explica y se da a entender también en la película). Siento haber alargado mucho el texto pero era algo que tenia que decir porque no eres el único que ha dicho eso, solo quería aclarar eso. Un gran saludo Brais!
«estás creando otras realidades en la que tu Yo de esa realidad muere»
¿Eso cómo o cuándo sucede?