Título: La Soga / Rope
Año: 1948
País: EEUU
Duración: 80min
Director: Alfred Hitchcock
Guion: Arthur Laurents, Hume Cronyn
Dir.Foto: Joseph Valentine, William V. Skall
Música: Leo F. Forbstein
Productora: Warner Bros. Pictures / Transatlantic Pictures
Reparto: James Stewart, John Dall, Farley Granger, Cedric Hardwicke, Joan
Chandler,Douglas Dick, Constance Collier, Dick Hogan
Argumento
Brandon y Phillip, una pareja de universitarios adinerados, deciden cometer un crimen para demostrar su alto grado de superioridad moral. Organizar una fiesta alrededor del cadáver será el culmen de su Obra Maestra; ¿descubrirá alguien su macabro plan?
Breve análisis
Película de obligado visionado para mis alumnos del módulo de Cine, La Soga supuso uno de los mayores retos técnicos del gran maestro Alfred Hitchcock: la grabación en plano secuencia de todo un film.
Es curioso que aquellos que tienen menos memoria, alucinaran con la fantástica Birdman de González Iñarritu, olvidando que ya en 1948 el mago del suspense había realizado una peli sin cortes.
Si bien es cierto que La Soga tuvo que hacer uso del corte por motivos evidentes: una bobina de película en 35mm duraba aproximadamente 11 minutos o mejor dicho, medía 305 metros; la ya oscarizada Birdman también se mete en el terreno farragoso de los efectos especiales (cromas,vfx..) para hacer creer al espectador que la película nos cuenta una historia lineal sin cortes. Esta diferencia de casi 70 años debería hacernos pensar en la verdadera dimensión que tuvo aquella apuesta técnica para Hitch.
Uno de los ejercicios que les pongo a los alumnos al ver La Soga es el de comprobar cómo llevarían a cabo una de sus secuencias de forma “clásica”, es decir, al corte. A partir de una situación entre dos o más personajes deben desfragmentar en planos para explicar la historia. El resumen es muy sencillo. Sería muchísimo más fácil contar el relato usando las herramientas estilísticas que Alfred sabía manejar a la perfección. Hablamos del corte entre plano A y B, la desfragmentación entre planos generales, cortos y medios sin que el espectador se sienta desubicado, el ahorro de tiempo “perdido” entre los distintos movimientos de los personajes y la propia cámara. Existen un sinfín de motivos para confirmar que una peli en plano secuencia no tiene ningún sentido, por lo menos aparentemente.
En realidad, toda este ejercicio es una demostración para que los alumnos (sobre todo a los que le gusta el cine de verdad) se den cuenta de la importancia que tiene la huella del director sobre las películas. Hitchcock solo quiso realizar su “antipelícula” y comprobar que seguía siendo un genio capaz de romper todas sus normas generando suspense sin otra herramienta que los movimientos de cámara. El montaje interno en su máximo esplendor.
Quizás lo más criticable de La Soga sea la falta de naturalidad de los personajes. Su alta dosis de dramatización es demasiado perceptible. El profesor Cadell (interpretado por James Stewart) al recoger su sombrero y darse cuenta que tiene las iniciales de otra persona, deberá esperar a que la cámara se acerque desde el plano general a un plano detalle y mostrárselo al espectador. Esta misma secuencia se podría resolver con tres cortes ahorrando tiempo y esfuerzo narrativo.
Por este motivo, muchos críticos cinematográficos que han analizado La Soga critican la falta de espontaneidad y la planificación técnica encorsetada que no permite que el relato sea verosímil.
Más allá de todos estos “fallos”, La Soga debe ser considerada como una película de culto para todos los montadores de cine. Un ejemplo de uso del lenguaje cinematográfico. Tiempo y espacio fílmico crean un universo diegético maravilloso que hace olvidar la evidente teatralidad de su grabación. No importa que haya un solo escenario(con matices), da igual que no haya cortes narrativos(que sí que los hay), es indiferente la sobreactuación de los personajes para ceñirse al tempo, lo verdaderamente importante, es que el espectador disfrute y se tense ante un argumento de suspense con marcado carácter hitchcockniano.
En cierta forma, y salvando las distancias, me recuerda a otra de mis pelis favoritas, Dogville, de Lars Von Trier. Una surrealista puesta en escena pasa a un segundo plano cuando el poder del relato te atrapa hasta querer ver su final. La peor crítica que he escuchados sobre estas dos películas se define en una frase: “Solo son dos obras de teatro grabadas”
Mientras muchos las critican yo seguiré viéndolas con mis alumnos y descubriendo nuevos detalles que reafirmen mi opinión: SON OBRAS MAESTRAS.
Notas y curiosidades
- Si ves imágenes del making of verás la dimensión de las cámaras y la complicación que conllevaba sus movimientos.
- Parte del rodaje tuvo que volver a repetirse porque la película estaba caducada y el color no era el adecuado
- Se creó un escenario realista que iba cambiando a medida que avanzaba la historia. Todo transcurre en una tarde-noche. Se colocaron miles de bombillas para la recreación lumínica de los edificios que se veían tras las ventanas del salón.
- La labor del foquista tuvo mucha importancia. Medir las distancias entre los personajes y la cámara en continuo movimiento supuso un reto técnico increíble.
- Los actores tenían marcas en el suelo para saber dónde colocarse en cada momento. Recordemos que grababan 11 minutos en continuidad sin cortes.
- Cuando la bobina de película estaba a punto de acabarse el operador se iba con su cámara hacia la espalda de un personaje o un objeto para hacer el fundido a negro. La historia volvía a empezar abriendo desde ese punto.
- Existen varios cortes narrativos. Por lo tanto, hubo montaje externo dramático. Hitchcock lo usó de forma brillante cuando quería transmitir un giro en la historia. En el primer visionado es difícil de ver porque el espectador no se lo espera.
- James Stewart hace un papel soberbio acompañando a los dos protagonistas, interpretados por John Dall y Farley Granger.
- El uso del McGuffin es evidente. El asesinato es una excusa argumental.
- Hitchcock trata temas muy delicados desde una perspectiva muy curiosa. La homosexualidad, la ética apoyada en una moralidad cristiana, el clasismo o la inteligencia emocional sobre la razón.
- Podríamos comparar a Hitchcock con Almodóvar por naturalizar a los personajes homosexuales. ¿Acaso una pareja de gays no pueden ser asesinos despiadados sin remordimientos?
Análisis de Hugo Fernández Balseiro