Patricia Lee Smith, qué tres grandes nombres para la música. Le llaman la madrina del punk, y con razón. Desde la publicación de su álbum debut “Horses” en 1975 encabezó este movimiento, aunque progresivamente se fue alejando de él para componer letras más poéticas y hacer un estilo más próximo al rock. No obstante, su vitalidad y su fuerza en el escenario siguen siendo totalmente punk.
Nació en 1946, ya tiene 72 años nada menos y lo sigue dando todo sobre el escenario. Publicó su ya mencionado primer disco a la edad de 29 años, lo cual es un debut tardío en lo que viene siendo la música popular en el siglo XX. Pero aquel Horses encandiló a la gente. Su tercer disco, “Easter”, de 1978, contiene su canción quizás más famosa: “Because the night”, un canto al placer de los amantes que fue reproducido en las estaciones de radio dedicadas al rock numerosas veces. A partir de aquí seguirá sacando discos y labrándose una carrera brillante.
Entre 1980 y 1995 estará parada en el mundo de la música, dedicada a su familia, proceso que se truncará con la muerte de su pareja, el músico Fred Smith. Después de esto, animada por sus amigos, volverá a girar y a sacar discos. A día de hoy es una cotizada artista que hasta ha sido galardonada con el Polar Music Prize en 2011, el considerado premio Nobel de la música.
Pero aun sabiendo que esto es un texto dedicado a la música punk, no puedo olvidar la faceta poética de Patricia Lee Smith. Como poeta ha alcanzado una posición muy importante dentro de la poesía norteamericana. Influida por poetas como los beats y Ginsberg o el gran músico y poeta Bob Dylan (ambos llegaron a ser buenos amigos suyos, bueno, Dylan lo sigue siendo) su lírica ha alcanzado un lugar elevado, y mezcla sutileza, claridad pero también ilusión a la hora de escribir. No es exagerar decir que es una de las mayores poetas vivas de los USA. No en vano, ganó con uno de sus poemarios el National Poetry Award.
Parece que incido mucho en esto que no es música pero, sus letras son poesía. Su arte está impregnado de belleza y todos, punkis y no punkis, cualquiera que sea su estilo, lo reconocen: Patti Smith es belleza.
No obstante, he de decir que también es una luchadora, una activista, una guerrera que ha batallado a favor de lo considera justo dentro y fuera de la política. Y mezclando esa belleza y esa lucha cerraré el artículo con el primer verso de su canción Gloria:
“Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos”
Manuel J Maside