Este pasado 2019 será recordado por los fanáticos de The Prodigy por la prematura muerte, a los 49 años, del segundo vocalista y bailarín de la banda Keith Flint. Ahogado por su divorcio, como afirmó en Twitter el DJ y líder de la banda Liam Howlett, pudo haberse suicidado. Sea como fuere, nos ha sido arrebatado demasiado pronto, cuando aún le quedaba mucha energía que derrochar sobre los escenarios, como siempre había hecho. Este artículo va por él.
The Prodigy es una banda inclasificable, nacida de las raves británicas de finales de los 80 y principios de los 90, que evolucionó hasta ser uno de los iniciadores del Big Beat e incrustarse en nuestros cerebros mezclándose con el techno y, sobre todo, el punk.
La banda cuenta con siete álbumes de estudio (desde 1992 con “Experience” hasta 2018 con “No Tourists”) y yo personalmente no me atrevo a nombrar uno mejor que otro. Cada uno explora sonidos diferentes, cada uno tiene una fuerza diferente, y todos, absolutamente todos, tienen temazos que los fanáticos tenemos metidos en la sesera. Pongamos, por ejemplo, “The Fat of the Land”, de 1997, que con Breath, Firestarter o Smack my Bitch Up (y estos solo como singles), ya nos da para bailar y gritar estribillos que son himnos. Otro ejemplo, y aquí pongo mi visión personal, se dio cuando salió como anticipo de “The Day is my Enemy” (2015) el video de Nasty, y cada vez que lo veía en un garito ya sentía la cadencia en los pies. Esperé con ansia el disco, que no decepcionó. “Invaders must Die” (2009) también causa conmoción con su rabia punkarra y su música machacona que te pone el cerebro en marcha. Y no nos olvidamos de los primeros discos como el ya citado “Experience” (1992) o “Music for the Jilted Generation” (1994), álbumes que con su estética rave reventaron las salas de baile británicas (sea destacado, como ejemplo, Out of Space, con un sample de Chase the Devil de Max Romeo)
Durante la mayor parte de su historia el grupo tuvo como a su líder, creador, y dj reputado Liam Howlett; al MC, cantante y bailarín de fuerte carisma Maxim Reality, y al ya citado Keith Flint. Hasta el año 2000 fueron acompañados por un tercer bailarín, Leeroy Thornhill, y en sus primeras actuaciones en vivo por locales de Londres los acompañó una bailarina, Sharky. Pero el triunvirato legendario es el que ha dado forma al grupo en sus actuaciones en directo a lo largo del mundo (si queréis una muestra de su fuerza en vivo, en 2011 sacaron el álbum en directo “World’s on Fire”)
Con más de veinte sencillos en el mercado, tienen a sus espaldas kilómetros y kilómetros, pelotas y todo lo necesario para triunfar. Y lo han hecho. Ahora queda la duda de qué hacer tras la muerte de Flint. Howlett ha afirmado estar ya en su estudio trabajando en nuevo material. Que sea para bien.
A Howlett y Maxim, muchos años más.
Y A Flint, como dijeron los rusos Little Big, rave in peace.
Manuel J. Maside