Hoy hablaremos de Chop Suey!, una de las canciones más relevantes de System of a Down, la que probablemente ha sido una de las bandas más icónicas y significativas de metal desde mediados de los noventa hasta bien entrado el primer lustro del nuevo milenio.
Para poner un poco de contexto, System of a Down o System o incluso simplemente SOAD, es una banda estadounidense de ascendencia armenia. Sus integrantes son Serj Tankian (vocalista principal y compositor), Daron Malakian (guitarrista, compositor y segunda voz), Shavo Odadjian (bajista) y John Dolmayan (batería). La historia de estos jóvenes empieza con otra formación, Soil, donde ya coincidirían Tankian, Malakian y Odajian, que en este momento operaba como mánager. Dave Hakopyan y Domingo Lariano completaban este primegenio System of a Down, que terminaría por disolverse puesto que Hakopyan y Lariano no veían futuro al grupo. Deben estar aún dándose de cabezazos. Tras el ocaso de esta primera formación, a Malakian, Tankian y Odadjian – este último esta vez ya como músico en lugar de mánager- se le uniría Ontronik Khachaturian, y con ello tendríamos ya la formación original de Victims of a Down. Sí, habéis leído bien, en sus orígenes el conjunto se llamaba Victims of a Down, nombre que variaría poco después por idea de Odadjian, que intuyó que el cambio les sería favorable. Lo cierto es que este primer nombre lo debe la banda a un poema escrito por Malakian que dice así:
As the century nears its formidable end, our global experience of universal proportions, predicted by many greats, will arrive at our solar system, to our system of a down.
Authoritarian oppression, family abuse, depression caused by conformity, and economic devastation will be neutralized by technological terrorism in times of complete chaos.
Control will never again be gained for toleration will become extinct. A husband quarrelling with his wife will not think twice or regret his spent bullet. Hungry children will not spare the grocer.
Remorse in all forms will be removed from human thoughts and actions.
Freedom will only be available through revolution or death. This system of a down is unavoidable as life on this planet becomes unnecessary.
The hand has five fingers, capable and powerful, with the ability to destroy as well as create. We have the power to stop and reverse the tides of time by making our awareness of abuse known to the powers of industry and their uncouth political arms. Only by raising the awareness and promoting personal peace within today’s self-defeatist society, can we allow the planet a chance to avoid self-destruction!
Open your eyes, open your mouths,
Close your hands and make a fist.
Esclarecidos los principios de la banda, vamos de lleno a por Chop Suey!, puesto que no se trata ni mucho menos de una canción cualquiera. Es el primer sencillo de su segundo álbum de estudio, Toxicity. Ni que decir tiene que se trata de uno de los trabajos de cabecera del grupo, con el que alcanzaría el disco multiplatino y que no está exento de cierta polémica vinculada ni más ni menos que con el 11-S. Me explico, Toxicity fue número uno en ventas durante la aciaga semana de los atentados, y esto, unido a la controversia generada por su cambio de nombre y su letra fuertemente politizada, propiciaron que muchas estaciones de la cadena Clear Channel consideraran la canción como título no apropiado, aunque nunca fue oficialmente prohibida, lo cierto es que se aconsejaba no pincharla.
De nuevo habéis leído bien, la canción sufrió un cambio de nombre. Originalmente se tituló Self-Righteous Suicide, pero el sello Columbia records instó a la banda a cambiarlo. Y ahora imagino que os preguntaréis porque cambiaron de Self-Righteus Suicide a Chop Suey, si una cosa no tienen aparentemente nada que ver con la otra. Pues sí que tiene, los más duchos en el idioma shakespiriano verán el enrevesado juego de palabras que se da entre Self-Righteus Suicide y «Self-right-Chop Suey-cide». Aunque la banda se esforzó por ocultar que el sello les había forzado a hacer el cambio de nombre, lo cierto es que todavía se conservan grabaciones en las que se puede escuchar de fondo un «we are rolling suicide» en clara alusión al título original.
Es curioso que, incluso en estas circunstancias, la canción adquierese una notoriedad tal que incluso muchos fans de la banda la ubiquen como una de sus mejores canciones. Por supuesto, su notoriedad le ha llevado a encajar en rankings tan meritorios como las 500 mejores canciones desde que naciste de la revista Blender, el top 50 de las mejores canciones de metal de la Rolling Stone o también las 100 mejores canciones del siglo XXI, del mismo medio. También fue nominada a un grammy en 2002 y, volviendo a las listas, ocupa el primer lugar en The Best Hard Rock Songs Of The 21st Century.
Indagando en su letra, el propio Malakian aclara que «La canción trata de cómo se nos considera de manera diferente según la forma en que morimos. Todos merecen morir. Si yo ahora muriera por el abuso de drogas, podrían decir que me lo merecía porque abusé de peligrosas drogas». Por supuesto, estas declaraciones aún dan más sentido al nombre original de la canción y exponen una reflexión interesante que es ya historia del metal. Para más inri, puede que nunca mejor dicho, versos como: «I cry when angels deserve to die», «Father into your hands, I commend my spirit. Why have you forsaken me?» matizan todavía más lo intrincado de la canción al ser referencias a la crucifixión del predicador cristiano. Es más, al menos dos de estos versos forman parte de las siete cosas que dijo Jesús mientras moría.
Como nota curiosa, la canción fue usada en la campaña promocional del videojuego Mortal Combat X, y la verdad, le queda como un guante. Por supuesto, se han hecho unas cuantas versiones de esta canción, eso sí, os dejo a vosotros decidir cuál es la más bizarra, si la de Tenacious D, la de Weird Al Yankovic o la de Richard Cheese. Yo me quedo con la última.
Alfonso Rois