Rock & Metal: Deutschland de Rammstein.
Decía Woody Allen en boca de su personaje Larry Lipton en la célebre película Misterioso asesinato en Manhattan, que si se pasaba más de media hora seguida escuchando a Richard Wagner le entrarían ganas de invadir Polonia. Dicha sentencia, entendida como una hipérbole dentro de la suerte de comedia tan propia de los filmes neoyorquinos, resulta una expresión casi perfecta de lo que suponen tanto el arte como la cultura germana. Desde los relatos de Goethe, la pintura de Dix o la música de Bach, el arte alemán siempre ha ido a la par de su propia historia como nación mostrando entre sus características los dos grandes elementos por antonomasia del pueblo germano: su sobriedad y su fortaleza.
Es precisamente esto último, la fuerza bruta, uno de los grandes configurantes de lo que hoy concebimos por Alemania. Originada en sus más profundas raíces como pueblos bárbaros opositores a la invasión romana y agitada por las dos guerras mundiales y sus terribles consecuencias, la idea de Alemania como nación ha ido fluctuando bruscamente entre el orgullo y la negación, entre el nacionalismo más radical y el rechazo absoluto. Ante este panorama, las diferentes manifestaciones artísticas siempre han optado por hacer oídos sordos a muchas de estas cuestiones alimentando el gran taboo social que esto supone. No obstante, siempre ha de haber alguien que se atreva a romper con lo establecido, y si hablamos de música, y de Alemania, estos no pueden ser otros que Rammstein, quienes durante la primavera del año pasado sorprendían a propios y extraños con la publicación de Deutschland, su primer álbum tras una década de parón musical. El disco de la banda oriunda de Berlín fue muy celebrado por sus fans, quienes veían una cierta vuelta a los orígenes del grupo. Pero más allá de lo puramente musical, Rammstein propone una renovada y polémica lectura del patriotismo alemán con la canción homónima Deutschland.
La composición mantiene una doble narrativa a través de su letra y las imágenes que se muestran en su videoclip, que busca hacer hincapié en esta dicotomía entre el amor y el odio por la patria. Por una parte, el vídeo inicia mostrándonos a los miembros de la banda ataviados como soldados romanos persiguiendo a una joven negra que, vestida como una bárbara, decapita el cadáver de Till Lindemann antes de ser atacada por los legionarios. Lo que se da a entender con esta impactante escena inicial, previa a la aparición musical, es que esta mujer es la personificación de una Germania joven y multicultural. Inmediatamente después entra en escena la música y se suceden una serie de clips en la que los miembros de la banda interpretan a ciudadanos alemanes a lo largo de algunos de los hechos más significativos de su historia: el accidente del zeppelin Hindenburg, el período de entreguerras de los años 20, la cúpula de la Alemania soviética, los campo de concentración, etcétera. A su vez, la letra va poniendo la voz del propio país en diferentes personas, es decir, la trata de tú (Du, du hast, du hast, hast viel geweint im geist getrennt im herz vereint = tú has llorado mucho, separados en espíritu unidos en el corazón.) evidenciando ese doble sentimiento para a continuación tomar la primera y segunda persona del plural (Nosotros hemos estado juntos por mucho tiempo, vosotros estáis) dando continuidad a esta división antes de culminar con (Dein Atem kalt Das Herz in Flammen= Tu aliento helado, tu corazón en llamas).
Tras esto, el coro irrumpe con la palabra Deutschland, antes de lanzar la frase que mejor resume el contenido global de la pieza (Will dich lieben und verdammen= quiero amarte y odiarte). Es aquí donde se evidencia definitivamente el dolor patriótico y el deseo de evolucionar aun sabiendo que nunca dejarán su pasado atrás tal como se refleja en los versos (So jung, und doch so alt = tan joven y a la vez tan vieja). Paralelamente, el vídeo va tornándose cada vez más turbio y conflictivo sucediéndose imágenes de lucha en cárceles durante los años 20, ejecuciones de presos judíos, etc. A continuación, vuelve a hacer uso de diferentes personas interpelando ahora desde el singular (Ich, du: yo, tú) acompañándolas con unos polémicos coros en los que se pueden escuchar palabras como Übermenschen, término usado por la propaganda nazi para referirse al “superhombre” ario. Finalmente, tras esta enumeración, recupera el nosotros afirmando (wer hoch steigt, der wird tief fallen: Quién sube alto caerá profundamente) para acabar con un contundente, y controvertido (Deutschland, Deutschland über allen: Alemania, Alemania sobre todos), en clara “parodia” al propio himno alemán Deutschland über alles.
En el apartado del vídeo, las imágenes comentadas previamente toman cada vez un significado mucho más caótico trazando metáforas históricas de gran relevancia como el abrazo de unos monjes medievales con los soldados nazis, las matanzas en los campos de batalla y, especialmente, la ejecución de una patrulla de S.S. a manos de presos judíos. Finalmente, alcanza un clímax tanto narrativo como visual y se despide con una icónica imagen de los miembros de la banda arrastrando a Germania, presentada como una virgen llena de luz que está por encima de todos ellos.
De este modo, y al grito de Deutschland!, Rammstein culmina por todo lo alto una de sus piezas más controvertidas, lo cual ya es difícil en el grupo de Berlín. Podremos discutir acerca de si esta canción está o no entre sus mejores composiciones, pero lo que es un hecho innegable es que será recordada como una de las más sinceras y punzantes jamás compuestas por esta mítica banda.
Diego Andrade
A mi el videoclip me parece una obra de arte y forma parte de mis canciones favoritas de la banda. Muy buen análisis. Un saludo