Quentin Tarantino acaba de debutar como novelista con “Once Upon a Time in Hollywood” (Reservoir Books, 2021). Y no nos extraña, porque de cine, si respeta su eterna promesa, le queda poco. Y no es porque no le quede cuerda (o bobina, en este caso) para rato, sino porque el cineasta de Knoxville ha repetido por activa y por pasiva que en esto de la dirección de largometrajes pararía en su décima película. Diez películas. Diez oportunidades para hacer historia.
A cualquier fan del realizador estadounidense no le saldrán las cuentas, pero es que el director, genio y figura, hace los cálculos que mejor le vienen. La única forma de cuadrar el balance sería descartar todas las películas que ha co-dirigido y las que no ha escrito el guion en solitario o, si contamos Death Proof como propia, aunar los dos volúmenes de Kill Bill como una sola película. En todo caso, las cuentas os las dejo a vosotros.
En orden, serían:
- 1992 – Reservoir Dogs
- 1994 – Pulp Fiction
- 1997 – Jackie Brown
- 2003 – Kill Bill Vol. I
- 2004 – Kill Bill Vol. II
- 2009 – Malditos Bastardos
- 2012 – Django Desencadenado
- 2015 – Los Odiosos Ocho
- 2019 – Érase una vez en Hollywood
Además, ha producido títulos como la trilogía de Hostel o Abierto hasta el Amanecer, la serie CSI o participado como co-director en películas como Sin City.
Pero, ¿qué hace especial a Tarantino?
La lista sería interminable. En primer lugar, el hecho de mezclar un montón de géneros, tanto a nivel visual como argumental. Tarantino ha probado con cine de artes marciales, de serie B y hasta ha rodado inspirado en mitos e ídolos personales y, con todo ello, ha conseguido crear un estilo propio, una forma de contar historias, un lenguaje muy personal y, sobre todo, una legión de fans incondicionales.; así como aportar en cada uno de sus films una serie de homenajes (y auto-homenajes) al cine en sí mismo. Es por lo tanto un fanático del mundo del celuloide que ha sido capaz de aportar su propio granito de arena a hacerlo más grande todavía.
Allá vamos con una serie de curiosidades y especialidades del director:
TARANTINO: UN CINÉFILO SIN ESTUDIOS, PERO CON MUCHO CINE
Quentin Tarantino era un cinéfilo. Un amante empedernido del cine que dejó el instituto a los 15 años para estudiar interpretación. Mientras, comenzó a trabajar en el videoclub Video Archives, donde pasaba el tiempo analizando los gustos de sus clientes, viendo películas y, sobre todo, hablando de cine: conociendo directores, analizando cine clásico y, en resumen, viviendo el cine.
RESERVOIR DOGS: 30.000 DÓLARES QUE SE TRANSFORMARON EN 1, 5 MILLONES
Tanto es así, que tras varios proyectos para los que no encontró financiación, por fin logró a través de una especie de crowfounding de la época, 30.000 dólares. Un presupuesto ridículo para llevar a cabo un proyecto como Reservoir Dogs (por eso, el atraco no aparece en el guion, porque sabía que no tendría presupuesto para rodarlo). Hasta que el proyecto llegó a manos de Harvey Keitel (actor que aparece en la película en el papel de Mr White y pasó a formar parte del universo Tarantino con papeles en Pulp Fiction, Malditos Bastardos o Abierto hasta el Amanecer). El actor infló el presupuesto hasta el millón y medio de dólares, participando como co-productor.
LOS HERMANOS VEGA
Vicent Vega (John Travolta en Pulp Fiction) es el hermano de Vic Vega (Señor Rubio en Reservoir Dogs, interpretado por Michael Madsen). Uno de los proyectos de Tarantino era hacer una película contando la historia de los dos juntos.
UMA THURMAN: UNA DIVA AL SERVICIO DE TARANTINO
Se les ha llegado a relacionar sentimentalmente, pero Quentin Tarantino siempre ha sido tajante: Uma Thurman es su amor platónico. Aun así, han tenido sus problemas. En primer lugar, sobre el caso Harvey Weinstein donde Tarantino reconoció saber de sus abusos sexuales a algunas actrices y no hacer nada, sin saber que, además, Uma Thurman había sido una de sus víctimas.
Por otro lado, Uma Thurman habló de traición a la hora de referirse a las escenas de riesgo que rodaba Tarantino. La actriz dijo no ser consciente del riesgo que entrañaban algunas de las escenas y, en concreto, en aquella en la que sufrió un accidente de circulación con un coche en mal estado y que el director había prometido que había revisado, mintiéndole. Aun así, el director ha reconocido que le encantaría rodar un tercer volumen de Kill Bill con la actriz y su hija (también actriz, Maya Hawke).
EL PLANO DEL MALETERO
Si hay un plano icónico en el cine de Tarantino, es el del maletero. Sí, sabéis de cuál hablo. Se abre un maletero y la cámara enfoca desde su interior a la cara de los protagonistas en una especie de contrapicado. Mucha gente atribuye a Tarantino la «invención» de este plano, aunque, en realidad, había sido empleado anteriormente por otros directores como Richard Brooks o Martin Scorsese. En todo caso, el uso recurrente de este plano, pasó a formar parte del universo tarantiniano y a ser una marca registrada de sus films.
MARCAS PROPIAS EN SUS PELÍCULAS
Cuando hablamos de «universo Tarantino», hablamos de universo en mayúsculas y con todas sus letras. No solo porque haya relación entre algunas de sus películas o su popular narración temporal. Revisa hasta el último detalle. Entre otros, las marcas que consumen sus personajes. Nombre, logo, packaging… todo diseñado por el director.
En las películas de Tarantino, los personajes fuman Red Apple, comen en Big Kahuna Burger, beben G.O. Juice o Tenku Beer y desayunan en Teriyaki Donut.
LA MEZCLA DE REALIDAD Y FICCIÓN
Tarantino emplea, en ocasiones, historias y personajes reales o sucesos históricos para contar una historia de ficción. Por ejemplo, en Malditos Bastardos con personajes históricos o en Érase una vez en Hollywood, donde aparecen Sharon Tate o Polanski.
DIÁLOGOS BRUTALES
Los diálogos son una seña característica del director. Diálogos rápidos, aparentemente desconectados del argumento y voraces, malsonantes y frescos. Todos reconoceríamos diálogos y frases de sus películas como «Hamburguesas: la piedra angular de un desayuno nutritivo» o «Lamento haberle metido una bala en la rodilla, pero no quería que hiciera nada precipitado antes de que tuviera la oportunidad de recapacitar» o los diálogos de Jules en Pulp Fiction, recitando la Biblia.
Tarantino no solo usa sus diálogos como presentación de sus personajes, sino que también aprovecha para dejar píldoras de su filosofía y de una clara crítica social.
PULP FICTION: EL RESCATE DE TRAVOLTA… Y DE LA TAQUILLA
A John Travolta le costó abandonar su papel de rompecorazones adolescente, de caderas sueltas y tupé engominado. Le costó tanto que tardó en reencontrarse como actor en los 90. Quentin Tarantino le rescató para Pulp Fiction, le puso de nuevo en los altares del cine. Pulp Fiction tuvo un presupuesto de 8 millones de dólares que convirtió en taquilla en una recaudación de más de 200 millones de dólares.
LA IMPORTANCIA DE LA BANDA SONORA
Ninguno nos imaginamos la primera escena de Reservoir Dogs sin el tema Little Green Bag, el baile de Pulp Fiction sin You never can tell o Malditos Bastardos sin el Rabbia e Tarantella de Enio Morricone. Por no hablar del silbidito de Twisted Nerve en Kill Bill. Y es que todas las escenas icónicas de Tarantino van acompañadas de bandas sonoras que rellenan por completo su sentido. Si unes buena música y Tarantino, el resultado es inmejorable.
Y, ¿por dónde empiezo?
Tarantino es un amante del racconto. Sí, eso de empezar en un lugar, volver al pasado para explicar cómo se ha llegado a esa situación y después, continuar la historia de forma lineal. Lo hace en Pulp Fiction y los dos volúmenes de Kill Bill. Así que, hagámosle caso y empezamos por donde queramos. Elige una, adéntrate en su universo y después, muévete de forma cronológica, o no, por su filmografía.
Pero corre. Porque solo le queda una película.
Pablo Sierra Martínez
Kill Bill es una sola peli partida en dos. Y Death Proof es una peli dirigida solo por Quentin Tarantino (junto a Planet Terror, de Robert Rodriguez, conforman Grindhouse, pero también se las puede ver por separado).