Título Original:SOLO: A STAR WARS STORY)Dirección:Ron Howard Guión: Lawrence Kasdan, Jonathan Kasdan (Personaje: George Lucas) Intérpretes: Alden Ehrenreich, Emilia Clarke, Woody Harrelson, Donald Glover País: EE.UU. 2018 Duración: 135 minutos ESTRENO: Mayo 2018.
Cuando Disney, el gigante del entretenimiento decidió comprar Lucasfilm y diseñar una nueva estrategia comercial en el ámbito cinematográfico para la saga galáctica de George Lucas, muchos se llevaron las manos a la cabeza. Así la compañía decidió aumentar sus producciones con películas que ampliasen ese universo Star Wars ya creado, centrándose en hechos históricos y personajes. Ello puede suponer que Star Wars se haya convertido en más negocio que puro ocio, pero Disney disparó y acertó. Su idea era clara, ampliar la cronología de la saga dando cohesión a las historias ya empezadas por Lucas en los 70. Pero con el estreno de Han Solo algo ha ocurrido. La película no ha cumplido las expectativas deseadas. Las estrategias diseñadas por Disney de cara a sus spin off no les han resultado como esperaban, y les han traído más disgustos que éxitos. Ha sido carne de especulación y enfrentamientos. A nadie se le escapaba que picar en la veta del origen del personaje más carismático de “Star Wars”, era materia apreciada. Desvelar el origen del héroe prometía grandes dividendos, considerándose una inversión de bajo riesgo y gran interés. Se esperaba que fuese una película fácil de rodar, pero no lo fue. Decidieron contratar a Phil Lord y Christopher Miller, dos directores y guionistas que demostraron su talento y especial forma de hacer las cosas con la divertida La LEGO Película (2014). La concepción y el rodaje del film se llevaron en secreto hasta el último momento, cuando saltó la liebre: Lord y Miller saldrían de la producción del film debido a las enormes diferencias creativas existentes entre ellos y Lucasfilm. Lucasfilm tenía en sus manos dos soluciones: invitar a Lord y Miller a seguir acreditados dentro del proyecto pero sin libertad creativa o abrirles la puerta y buscar a un nuevo director que volviese a rodar la película. Entonces llegó Ron Howard. Para quienes crecieron con el cine de los años 70 y 80, son palabras mayores. Tras la proyección de “Han Solo: Una historia de Star Wars” se sabe que los mayores todavía saben rodar. Howard sabe cómo hacer frente a problemas como estos, convirtiendo la película en un western ligado al cine de aventuras. Han Solo: Una historia de Star Wars nos cuenta la historia de un joven Solo (Alden Ehrenreich) y su vida en las duras calles y muelles de Corellia, donde conocerá a Qi’ra (Emilia Clarke), una chica de la que acaba perdidamente enamorado y a la que promete sacar de allí. Así se plantea la estructura del western clásico, forjando la idea del antihéroe. No es Harrison Ford, las comparaciones son odiosas, pero llega a funcionar. Pero donde mejor funciona la película es alrededor de los personajes e historias que orbitan junto al héroe. La película bebe de grandes westerns y tiene personalidad y estética propia. Howard quizás no sea el mejor director del mundo pero sabe lo que hace, y lo demuestra en la película, película que se mantiene en pie, y no aparenta lo que no aporta.
Ainhoa Urgoitia.