John Graham Mellor, que así se llamaba, era una figura atípica dentro del punk. Venía de una familia con recursos, pues su padre pertenecía al cuerpo diplomático. Conviene saber que Strummer nació en Ankara, Turquía, y vivió hasta los nueve años en diferentes ciudades de Europa y Oriente medio. De joven, iniciándose ya en la música con los The 101’ers, vivió en lugares como Londres o Newport (Gales), intentando tener una formación reglada. No obstante, la abandonó por la música, la vida bohemia y el espíritu artístico. En 1975 adoptó el pseudónimo de Joe Strummer (sustituyendo al de Woody Mellor que tomara por admiración de Woody Guthrie), debido a como rasgaba las cuerdas,es decir, siendo zurdo y tocando diestro. Con The 101’ers tocaba canciones de blues en pubs londinenses, aunque pronto quiso comenzar a crear material nuevo.
Durante los diez años de existencia de The Clash, su mayor obra, Strummer fue en gran medida el impulsor de la mezcla de estilos con el punk, como la llegada del ska, el reggae, o toques de rock n roll. También fue viendo como el grupo se desintegraba con la marcha de la formación clásica de Mick Jones y Topper Headon. De hecho, tras grabar con una formación de emergencia el álbum “Cut the Trap” de 1985, la banda fue disuelta en un año.
Los siguientes años transcurren para Strummer como una exploración de diversas formas artísticas. Bandas sonoras, actuación en películas, colaboración en bandas como Big Audio Dynamite (de su ex compañero Mick Jones)… ¡Hasta sustituyó por un pequeño periodo de tiempo al histórico líder de los Pogues Shane MacGowan! Y por supuesto, también siguió explorando en diversos proyectos la música jamaicana.
Entre 1999 y 2002 lideró la banda The Mescaleros, que era un tributo americano-británico al punk, tocando entre otros, temas de The Clash o los Ramones, todo con versiones reggae y ska, lo que se convirtió en la pasión de Strummer.
La academia de Liverpool vio el 22 de noviembre de 2002 el último concierto de su vida. Falleció el 22 de diciembre de ese año en Somerset, Reino Unido, de un fallo cardíaco a los cincuenta años y se convirtió en leyenda.
El documental de Julien Temple. “Joe Strummer: The Future is Unwritten” de 2007 es una verdadera joya para el seguidor de Strummer. No sólo se ve su faceta como músico, sino también la de comunicador, la de icono en la lucha en diversas causas, la de rebelde, la de artista libre.
Quizá esa sea la mayor de sus facetas, la de hombre libre. Luchó con todas sus energías para ser libre y trasmitir sus ideas a todo aquel que lo escuchó.
Joe Sturmmer permanecerá siempre en todos aquellos que tuvimos el placer de deleitarnos con su música
Descanse en paz y viva en nuestros corazones.
Manuel J Maside