Amigos, este es un momento especial para mí. Si, como os decía en esta entrada, el metal es uno de mis estilos música favoritos, aquel que ocupa el lugar más importante en mi corazón es, sin duda, el rap. Por eso, este artículo será para mí un gusto doble. Por un lado, el gusto de venir a hablaros, una vez más, de las raíces de algún género de la música. Y, por otro lado, el gran placer de hacerlo sobre el rap.
Y cómo no, voy a empezar este viaje con un elemento que ya se ha convertido en una constante, en una tradición, en un clásico de todas mis entradas. Vamos, que parece que ya no soy yo si no comienzo mis escritos sobre historia musical de esta manera. Así es, camaradas, voy a hacer una aclaración terminológica (o más bien unas cuantas). Y es que, diablos, parece que no hay un tipo de música que se salve de contaminaciones e imprecisiones que hay que corregir o, al menos, señalar. En este caso, curiosamente, no se trata de una ambivalencia en la palabra utilizada para designar el estilo en sus orígenes y que luego permaneció al evolucionar y transformarse, como sucedía en el rock o el metal. No. Lo cierto es que el término “rap” es bastante inequívoco… o, al menos, lo era hasta hace poco, ya que vivimos en tiempos en que la popularización del rap y la fuerte irrupción del trap en la cultura musical genérica de habla hispana está provocando que la gente que no sabe mucho del tema confunda a menudo rap, trap e incluso reggaetón. A esto, por cierto, no ayuda que haya artistas como Don Patricio, que lían más las cosas. El disco de este señor se titula “La dura vida del joven rapero”, pero si lo escuchas, de rap tiene, como mucho, un tercio.
Peeero mejor vuelvo al tema, que me voy por las ramas. Decía que lo cierto es que el término “rap” es bastante inequívoco, lo cual seguramente se deba a las características especiales que hacen al género y que le dan un aire casi inconfundible, poco variable (aunque, por supuesto, tiene sus subgéneros y escuelas). No obstante, existe un concepto que es a menudo utilizado incorrectamente como sinónimo de “rap”: “hip-hop”. Si escucháis rap con cierta frecuencia seguramente habréis oído esto que os digo montones de veces. Y técnicamente no debería suceder, ya que el rap es música, mientras que el hip-hop es una cultura urbana en la que se incluye precisamente el rap, pero que engloba también otros elementos. Lo divertido es que esto es tan frecuente y está tan extendido que incluso los raperos más veteranos, que saben esto de sobra, utilizan indistintamente ambos conceptos para hablar de su música. Imagino que, dado que el rap es la expresión musical más representativa del hip-hop, no sienten como algo erróneo el hablar de “música hip-hop” y “rap” de manera indistinta. Simplemente no le dan mucha importancia, saben que sus oyentes les entienden y, oye, un sinónimo es un sinónimo. Tener un vocabulario rico y flexible, con un amplio repertorio de soluciones, es algo fundamental en una música que da tanta importancia a la letra como el rap.
Imagino que esa es la misma razón por la cual estos MCs (MC: “Maestro de Ceremonias”, sinónimo de “rapero”) también acostumbran a permitirse el uso apócrifo de otra palabra, uso con el que no soy tan transigente: b-boy o b-girl. Bastantes veces he oído a los raperos a los que he escuchado siempre, sobre todo en canciones de allá por los noventa, utilizar estas palabras para referirse a otros raperos o a gente aficionada al rap o al hip-hop, cuando su significado legítimo es el de practicante de breaking o bboying, comercialmente conocido como “breakdance”, otro de los pilares de la cultura hip-hop.
En fin. En cualquier caso, ya sabéis: no confundáis el rap con el hip-hop, porque, aunque estén profundamente relacionados, no son lo mismo. No pasa nada por utilizarlos como términos equivalentes de vez en cuando, pero si lo hacéis, quiero que al menos lo hagáis teniendo claro que hay una diferencia entre ambas cosas, y que sepáis separarlas cuando queráis expresaros con propiedad. Que no se diga que no salís de aquí con la lección aprendida.
Siguiendo con el apartado terminológico, y ya para cerrar esta entrada (me queda todavía mucho que contaros, así que reservaré el resto para el futuro), voy a continuar con algo que también incluyo siempre en estos artículos: la etimología del género. En este aspecto, el rap no cambia con respecto a otros estilos, sino que sigue la pauta usual: no hay nada claro con respecto a qué demonios significa o de dónde viene. Debate y teorías servidos para todos los gustos. En internet encontraréis diversas hipótesis, siendo las más famosas las que interpretan la palabra como unas siglas o acrónimo, significando “Rhythm And Poetry” (“Ritmo Y Poesía”) o “Respect And Peace” (“Respeto y Paz”). Poco probable, si me preguntáis.
Una propuesta más razonable, en cambio, se encuentra en el diccionario etimológico deChile.net. En este portal se explica que la palabra “viene del inglés rap (golpear, criticar, detener, proferir enérgicamente”, y que “es de origen germánico emparentada con el sueco rappa (pegar), siendo esta una voz onomatopéyica”. Esta, en mi humilde opinión, me parece una visión más acertada y más probable. El verbo “rap” en inglés tiene, ciertamente, varios significados relacionados con el acto de golpear (llamar a la puerta, golpetear con los nudillos), y también con el acto de hablar (charlar, parlotear, espetarle algo a alguien rápidamente), todos ellos con connotaciones en las que reconocemos las características distintivas del rap: el acusado acento en la letra, en las palabras, y el típico ritmo sincopado, rápido y muy marcado, basado en la percusión regular del bombo y la caja.
Siguiendo esta línea, la explicación etimológica del vocablo es más rica y satisfactoria. La palabra, desde luego, es anterior al rap como música, y parece que en origen podía significar “to lightly strike”/“to strike, especially with a quick, smart or light blow” (“golpear suavemente, ligeramente, levemente o rápidamente”/“golpear, especialmente con un golpe rápido, hábil o ligero/leve/suave”), así como “to utter sharply or vigorously: to rap out a command” (“pronunciar rápidamente/bruscamente o vigorosamente: proferir rápidamente una orden”). El término se utilizaba ya en el inglés británico desde el siglo XVI. Concretamente, el Shorter Oxford English Dictionary señala el año de 1541 como fecha del primer uso registrado del verbo “rap” como “to utter (esp. an oath) sharply, vigorously or suddenly” (“pronunciar [algo] (especialmente un juramento) de forma intensa/brusca, vigorosa o repentina”) . Con el tiempo, pasó a ser parte del dialecto afroamericano del inglés de Estados Unidos. El Dictionary of American Slang de Wentworth y Flexner recoge que en 1932 tenía el significado de “to speak, to recognize or acknowledge acquaintance with someone” (“hablar, reconocer o admitir familiaridad con alguien”), y más tarde, hacia los años sesenta, el de “to converse, esp. in an open and Frank manner” (“conversar, especialmente de forma abierta y franca”).
De ahí es de donde derivaron, con el tiempo, su sentido de rapidez e ingenio en el habla y la forma musical de rapear. “Rapping” podría proceder de un acortamiento de la palabra “repartee” (“conversación ingeniosa”, una charla de réplicas agudas, inteligentes y cargadas de humor… ¡como una batalla de gallos!), y la palabra “rapper” se refiere a un artista o intérprete que rapea. Hay que decir, no obstante, que el rap que se conoce hoy en día y, por lo tanto, el significado musical más actual del concepto “rapear”, no empezarían a forjarse hasta la década de los setenta. A finales de los sesenta “rap” era todavía un término de argot que se refería a una alocución o discurso, como era común entre la gente “moderna” en los movimientos de protesta. Este significado se refleja también en algunos ejemplos musicales de principios de los setenta: el término “rap” se utilizó para describir grabaciones de Isaac Hayes en las que simplemente se le escuchaba hablando sobre una base musical. Dichas grabaciones pertenecen al álbum “Black Moses” (1971) y llevan como título nombres tales como “Ike’s Rap II”, “Ike’s Rap III” o “Ike’s Rap IV”. También es de destacar la canción “The Rap” (1974), de Millie Jackson, en gran parte de la cual la artista se limita a hablar en vez de cantar. En este sentido, el rapero Del the Funky Homosapien afirmó en una ocasión que la palabra “rap” era utilizada en aquella época para referirse al hecho de hablar de forma artística y elegante: “Nací en el setenta y dos. En aquel entonces, lo que significaba rapear era, básicamente, que tú tratabas de expresar algo, tratabas de convencer a alguien. Eso es lo que significa rapear, está en la forma en la que hablas”.
En fin, amigos, hasta aquí voy a llegar por hoy. Si tenéis ganas de leer más sobre este tema estad pendientes de la revista y no os perdáis ninguna publicación, porque en poco tiempo tendréis la continuación. Hasta entonces, ¡saludos!
Brais Louzao Recarey