fbpx
Saltar al contenido

Wind of change, de Scorpions

Wind of change

Scorpions es una de las bandas más laureadas de la historia, más de cincuenta años de existencia avalan a esta eminencia del rock nacida a mediados de los sesenta en Hannover de la mano de Rudolf Schenker. De la enorme lista de éxitos que atesora la agrupación alemana, hemos escogido centrarnos en el cuarto corte de Crazy World, su undécimo álbum: Wind of change. Esta legendaria power ballad del conjunto alemán se enmarca como una de las músicas de fondo, si no el himno, de los movimientos sociales y políticos de Europa Oriental acaecidos a mediados de los años ochenta y principios de los 90.

Por así decirlo, fue la canción de la Perestroika y el glásnost. Para quien no lo sepa, y yo debo reconocer que no lo sabía, la Perestroika es la reforma económica impulsada por Mijaíl Gorbachov destinada a desarrollar una nueva estructura interna de la Unión Soviética. Este proceso, que pretendía reorganizar el sistema socialista para poder conservarlo, estuvo lleno de conversiones hacia la democracia y consecuencias en el ámbito social y económico que culminaron finalmente con la disolución de la URSS. La glásnost, por su parte, es la política que se llevó a cabo a la par con la perestroika centrada en la liberalización o apertura del sistema político.

La letra de Wind of change, enteramente escrita por Klaus Meine, es un grito por la paz y la reunificación del mundo que incide en la caída del muro de Berlín y el fin de la Unión soviética y la Guerra Fría. Y lo cierto es que no es casualidad, tras el Moscow Music Peace Festival en el que Scorpions pudo participar junto con otros iconos como Bon Jovi o Ozzy Osbourne, imbuido por la energía que desprendían los jóvenes soviéticos deseosos de ser parte del resto del mundo, Klaus Meine empezó a escribir esta canción a penas unas semanas después.

Así nació la balada del rock más famosa de la historia. Se estima que hasta 2009 las ventas del sencillo rondaban los catorce millones de copias. Fue número uno en once países y entró en más de setenta listas especializadas. De hecho, uno de sus mayores méritos fue recibir el premio ASCAP Award por ser la canción más reproducida del año 1991. En su país, Alemania, se mantuvo 55 semanas en las listas de éxitos, once de las cuales en primer lugar. La proyección del tema fue tal que la banda editó, además de la versión original, un corte en español (Vientos de cambio) y en ruso (Ветер Перемен).

Además de estas dos, Wind of change también ha sido versionada por la Orquesta Filarmónica de Berlín y no falta tampoco una versión acústica. No obstante, tampoco ha estado falta del cariño de otros artistas: el flautista James Galway realizó una versión instrumental. El conjunto Gregorian hizo lo propio en canto gregoriano y el tenor José Carreras también, y estos son sólo los más llamativos.

No podemos dejar de mencionar tampoco la que fue una de las interpretaciones más memorables e icónicas de la canción, puede que por su significado simbólico, en 1991 cuando Mijail Gorbachov invitó al Kremlin al grupo para tocar en la misma plaza roja.

Scorpions, en la plaza Roja

Como anécdota, una de las plumas más destacadas de The New Yorker, Patrick Radden Keefe, indagaba a lo largo de ocho capítulos del podcast Wind of change sobre la posibilidad de que la canción pudiera haber sido compuesta por la CIA como movimiento propagandístico para precipitar el fin del comunismo. El podcast, que no aporta nada sólido que la ratifique la estrambótica teoría, sí es un buen recorrido por la influencia de la canción.

Alfonso Rois


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *