Cine de culto: Snatch, Cerdos y Diamantes
Snatch, cerdos y diamantes es para muchos la obra cumbre de Guy Ritchie. Una comedia negra plagada de personajes extravagantes y a menudo carismáticos que entremezcla hábilmente el mundo del boxeo clandestino, un conjunto mafioso aficionado a la crianza de puercos, judíos con piedras del tamaño de nueces de Macadamia y gitanos capaces de inducir el sueño como anestesistas.
Entre tanta variopinta situación y actor de renombre, es de esperar que haya más que alguna anécdota memorable, así pues, daré paso a algunas de las curiosidades más interesantes de Snatch, Cerdos y Diamantes:
1. Un actor sin personaje

No es que Brad Pitt no fuera el primer elegido para el papel de Mickey O’Neil, como a menudo sucede. Es que, en realidad, no había un Mickey O’Neil que darle a Brad Pitt. El actor le había comentado a Guy Ritchie lo mucho que le había gustado su primera cinta y su interés en salir en Snatch, Cerdos y Diamantes. El director le dijo que no había problema, pero claro, tuvo que crear exprofeso para él un personaje. No obstante, le va como anillo al dedo. Y eso que el actor, que salía justo de rodar El Club de la Lucha, no quería encasillarse en el boxeo. Aun así aceptó el papel de Mickey.
2. Ni idea de lo que dices, amigo
El lenguaje casi indescifrable de los gitanos en la película vino inspirado en las críticas del acento difícil de entender de la primera cinta de Guy Ritchie: «Lock & Stock and two smokin barrels«. A diferencia del caso de su primera película, que no era del todo comprensible por la audiencia, en este caso, no es del todo descifrable ni por la audiencia ni por los propios personajes que interactúan con los gitanos, lo que da pie a situaciones cómicas. Una de ellas podría ser la vez en la que Tommy confunde «chochos» con «chuchos».
3. Un olor para un papel

Brad Pitt estuvo buena parte del rodaje sin ducharse para meterse mejor en el papel de Mickey O’Neil. Hay que tener en cuenta que el personaje no tenía un buen acceso a agua corriente y, por lo tanto, las duchas frecuentes no estaban mucho sobre la mesa en el campamento.
4. Lennie James y sus partes

Algo que no mucha gente sabe, es que el perro que sale en la película tuvo que ser sustituido debido a su temperamento agresivo. En la escena en la que Vincent, Sol y Tyrone están en el coche, el perro atacó a Sol (Lennie James) en la entrepierna sin llegar causarle heridas de gravedad. De nuevo, volvería a lastimarse en sus partes rodando la escena en la que dispara con la escopeta en la pared de la casa de apuestas. Seguramente no fue su rodaje más afortunado.
5. Vinnie Jones y Tony diente de bala, tal para cual


Antes de convertirse en actor, Vinnie Jones era un centrocampista defensivo con fama de ser sumamente intimidatorio y violento. Ha Llegado a ser expulsado un total de 12 veces en su carrera y tiene el curioso el récord de la amarilla más rápida de la Premier League, con tan solo tres segundos tras el inicio del partido. Puede que, razonablemente, os preguntéis qué tiene esto que ver con su carrera como actor. Pues mucho, Guy Ritchie se fijó en él por su imagen de tío duro ya para su primera película y quiso repetir para Snatch, Cerdos y Diamantes. No hay mucho de fingido en su carácter bravucón, tanto es así, que Jones se perdió un día de rodaje como resultado de una pelea.
6. Disciplina con incentivos.
Aunque no guarda relación con lo anterior, para tener una buena disciplina de equipo, Guy Ritchie diseño un sistema de multas en el rodaje. Al final, incluso el mismo tuvo que sancionarse. Algunas de los motivos de multa podían ser un móvil sonando en mal momento en el set, comer cuando no tocaba, no ser puntual o cualquier cosa que dificultara el trabajo.
7. Falta gente

Un problema que tuvo que encarar el director durante las secuencias en las que tenían lugar un combate, era la falta de extras. Para solventar esta dificultad, el personal técnico se sumaba a los pocos extras contratados por falta de presupuesto y se rotaba a los extras alrededor del ring a conveniencia de la escena para que pareciera que había más público del que realmente había.
8. Un posible cambio de título
Aunque el título en español sea Snatch, Cerdos y Diamantes; el original se limita a un mero Snatch. De todas maneras, a los distribuidores americanos no terminaba de convencerles la elección del director y se barajaron otras opciones para el público estadounidense que finalmente no fueron implementadas, tales como Snatched o Snatch’d.
9. Malsonante, pero vistoso
Cabe esperar que en una película que entremezcla a gitanos que tumban de un golpe a boxeadores clandestinos del tamaño de osos medianos; mafiosos que amañan apuestas con mal perder y rusos que se aferran a la vida como las moscas a las heces, el lenguaje malsonante sería una constante. Y así es, la palabra fuck y sus derivados se mencionan más de cien veces. Algo que no pasa con la violencia, aunque las amenazas y la intimidación son persistentes, no llega a verse, que sí oírse, ninguna de las muertes que tienen lugar en la película.
10. Top Brick, El ladrillo, no iba a ser originalmente Alan Ford


A la izquierda, Alan Ford en Lock & Stock. A la derecha en Snatch, Cerdos y Diamantes.
A pesar de que Alan Ford ya había trabajado con Ritchie en su primera película (Lock & Stock), el primer considerado para el papel de Top Brick fue Sean Connery. De hecho, el actor se mostró lo suficientemente interesado en la oferta como para ver la primera película de Ritchie en una proyección organizada por el productor Matthew Vaughn. Finalmente, parece ser que no llegaron a un acuerdo económico y Alan Ford sería El Ladrillo.
Bastida