¿Sabes por qué el ser humano tiene dos oídos? Nuestros antepasados vivían en un inhóspito mundo en el que era necesario tener activos los 5 sentidos en todo momento para poder sobrevivir. La vista nos permite ver lo que tenemos justo delante pero el oído es el sentido que nos permite detectar movimientos fuera de nuestro rango de visión. Y sí, eso sólo es posible gracias a que tenemos dos oídos que reciben información ligeramente distinta y, acto seguido, nuestro cerebro procesa esas diferencias y nos permite identificar el lugar en el cual está la fuente sonora ¡Bienvenidos al sonido multicanal!
Sonido mono: el más básico
Desde que existe la grabación y la reproducción sonora se han ido desarrollado distintas configuraciones de altavoces. Si sólo tenemos un único altavoz, el sonido que producirá será un único bloque del que no obtendremos información espacial, tal y como ocurre en algunos móviles y televisores. A esta configuración la denominamos “mono” y es la más simple y pobre de todas.
Sonido estéreo: el más utilizado en la música
La magia ocurre cuando incorporamos a un sistema un segundo altavoz como en una cadena de música, un par de cascos o incluso el sistema de audio de un coche. Tener varias fuentes sonoras permite a los técnicos crear la ilusión de que el sonido proviene del centro (si los dos altavoces reproducen lo mismo) o, al contrario, que escuchemos que procede más de un lado que del otro. Esta distribución de dos altavoces se llama “estéreo” y es la más extendida en música.
Configuraciones alternativas al estéreo en música
Sin embargo, el estéreo no es el único sistema que se ha utilizado a nivel musical. Por ejemplo, hoy en día es relativamente común añadir un subwoofer (un altavoz de subgraves) que se encargará de reproducir las frecuencias más bajas del espectro auditivo. A esta configuración se le conoce como 2.1. ¿Por qué recibe este nombre? Porque utiliza 2 altavoces “normales” y uno para los subgraves.
Por otra parte, durante los años ’70 se estuvo experimentando con el sonido cuadrafónico, que se basaba en la utilización de cuatro altavoces. Este formato no cuajó debido a que era caro y muy aparatoso, pero permitía hacer interesantes mezclas en las que el sonido puede provenir de las espaldas del oyente.
Sonido envolvente: un estándar del cine
Una de las obsesiones del mundo audiovisual es la representación de la realidad visual y sonora. Si el espectador tiene únicamente dos altavoces enfrente, se estará perdiendo todo lo que ocurre por detrás de él. Por tanto, se consideró añadir una capa de altavoces traseros (tal y como hemos visto en el sonido cuadrafónico), que se encargarían de producir una sensación que nos envuelve, es decir, sonido envolvente.
Además, como las salas de cine son recintos de un tamaño considerable, la separación entre los dos altavoces delanteros podría resultar demasiado exagerada a la hora de reproducir las voces de los actores que estamos viendo en pantalla. De este modo, se decidió incluir un altavoz central dedicado casi en exclusiva a la voz.
Con esta configuración de 5 altavoces ya es posible situar los distintos elementos sonoros alrededor del espectador, pero los grandes sonidos efectistas, como las explosiones, no lucirían todo lo que deberían. Consecuentemente, se incorporó un altavoz de subgraves para añadir espectacularidad al sonido. Cabe destacar que el ser humano no es capaz de distinguir de dónde procede el sonido extremadamente grave, por lo que la posición de este altavoz no es demasiado relevante. Así pues, hemos llegado a una de las configuraciones más importantes: el 5.1.
¿Existen más configuraciones para recrear lo que entendemos por sonido envolvente? Por supuestísimo que sí, pero el 5.1 (junto con el 7.1, que añade dos altavoces laterales) es sin duda una de las más importantes.
Sonido inmersivo: la vanguardia del multicanal
El sonido envolvente consigue situar las distintas fuentes sonoras en la sala pero tiene la limitación de que consigue únicamente envolver al espectador lateralmente. De esta forma surge el sonido inmersivo, el cual permite situar cualquier elemento sonoro en la sala gracias a una capa de altavoces que están en el techo, encima del oyente.
Dolby Atmos es el estándar creado por la empresa Dolby que ha conseguido implementar el sonido inmersivo con mayor éxito. Además de la capa de altavoces en el techo, una de las cualidades de Dolby Atmos es que la cantidad de altavoces que hay en la sala depende del tamaño de la misma y, gracias un software desarrollado por ellos, la mezcla se adapta en tiempo real a cada sala. Sin duda, estamos ante el sistema más avanzado de audio multicanal y que más realismo consigue. Por desgracia, aún no está presente en todas las salas de cine e, incluso, hay ciudades a las que aún no ha llegado esta tecnología.
¿Y tú cómo sueles escuchar música? ¿Te conformas con oírla en mono a través del móvil? ¿Te pones cascos cuando ves una serie en Netflix o por el contrario eres un sibarita audiófilo que se muere por ir al cine a ver todas las pelis en Dolby Atmos? ¡Déjalo en los comentarios!
Manu Duro
Es increible que ésto no tenga comentarios. Muy buena explicación, como para que cualquier persona lo entienda! muchas gracias
Gracias. Buena explicación. Hay otro estándar de sonido inmersivo que es el Auro 3D que también ubica el sonido en el espacio, como el Atmos. Hay varios amplificadores domésticos que incluyen estos estándares como Denon o Marantz.